Divulgador científico, autor de multitud de relatos y habitual colaborador de prensa y televisión el doctor especializado en neumología, Juan C. Padilla, presentó en Valencia su novela ‘El siglo de los indomables’ (Planeta, 2014), una extensa obra de carácter épico y con una importante base de thriller, en la que un padre triunfador busca, desesperadamente, a su hijo secuestrado cuando era un niño.
Padilla charló con El Péndulo de VLCNoticias sobre esta historia plagada de pasajes históricos y la desdicha de un hombre perdido sin la cercanía de su hijo.
El Péndulo: Llama la atención que sitúe los hechos iniciales en la República Dominicana a principios de la segunda década del siglo XX.
Juan Carlos Padilla: Bueno, si es por espacios pocos conocidos a inicios del siglo XX tenemos también el pueblo de Villajoyosa, en Alicante, y Puerto Plata y… Los he puestos como analogías, como dos puntos similares y… son ciudades costeras y ha principios del siglo XX, España se recuperaba de la crisis del ’98 y era un país no muy diferente a lo que era la República Dominicana de entonces. Eran dos países no muy desarrollados, sometidos a gobiernos nefastos, cautivos del exterior, endeudados con las grandes potencias… Bueno, me recuerda un poco a situaciones actuales…, no sé.
E.P.: No cabe duda que hemos mejorado pero aún quedan ciertos paralelismos de aquella España con la actual.
J.C.P.: Cuando llegamos a la crisis del ’29 (el crack financiero en Wall Street), los lectores dirán: ¡caramba!, ¿a qué me recuerda esto? Una de las conclusiones que puede sacar es que quizás no escarmentamos y repetimos los mismos errores. Es como si no aprendiéramos del pasado. Una de las cosas que pretendo, con la novela, es dejar caer la idea de que conozcamos nuestra historia porque quizás sea la única manera de no repetirla.
E.P.: Sin embargo, muchos historiadores y antropólogos aseguran que aun conociendo la historia somos incapaces de sacar resultados positivos de ella.
J.C.P.: Pero hay que ser optimistas. La única opción que tenemos es corregir los errores del pasado, analizarlos e intentar no repetirlos. Fuera de eso no habría esperanza.
E.P.: Volviendo a la novela. Nos encontramos con un padre que busca a su hijo, que fue secuestrado, durante un larguísimo período de tiempo, ¿este camino de búsqueda del padre no supone también la búsqueda de su propia identidad?
J.C.P.: Sin la menor duda. Es uno de los puntos clave de la historia. Es la búsqueda de la raíz. Nosotros somos eslabones de una cadena eterna. Cualquier ser vivo no tiene otra función que reproducirse y perpetuar la especie pero…, dentro de eso, llevamos un código genético dentro de nuestros genes que nos da una identidad como individuos y como especie y…, nuestro primer mandamiento es mantener esa especie y no hay nada más importante que nuestra prole y estamos programados para eso. De ahí que la pérdida del hijo sea el mayor castigo para un ser humano y su mayor dolor. El cerebro tarda dos años en desprenderse del 80% del dolor y queda un 20% de dolor residual. El cerebro necesita cancelar el tema. En el caso de la pérdida del hijo la situación es más compleja y el cerebro no siempre cierra bien el tema. El personaje de Florentino necesita encontrar a su hijo porque no sabe si el niño está vivo o está muerto. Florentino carga con un dolor que no puede cerrar de ninguna forma durante el tiempo de búsqueda. Por eso es tan importante el tema de la identidad, no solo de su identidad como hombre sino también de su identidad como padre.
E.P.: Sin embargo Florentino tiene una imagen de triunfador pero es una imagen al exterior muy falsa.
J.C.P.: Correcto. Arrastra una identidad como persona pública que no se corresponde con identidad de padre. Vemos como el personaje triunfa en su negocios, en la escala social, se rodea con los personajes famosos del mundo pero… Tiene un dolor que le impide ser feliz. ¿De qué le sirve el triunfo social? De nada.
E.P.: Quizás por eso el investigador que lleva el caso de la búsqueda del niño sea tan pragmático. Pone al personaje de Florentino en la realidad y en el lugar que ocupa su dolor y…
J.C.P.: ¡Claro, claro! Osvaldo Cuervo no le da palmaditas en la espalda a Florentino, no sonríe ni aplaude los triunfos económicos y sociales de Florentino. Es la cara opuesta de Florentino. Es duro, pragmático, nada dado a las lisonjas… Es un tipo honrado que pone al padre en su sitio. Digamos que el padre puede conocer a grandes personalidades, salir en las portadas de los periódicos o ganar mucho dinero en un negocio pero el detective sabe cuál es el problema del padre y todo, absolutamente todo, lo que rodea al padre le importa un cuerno, solo quiere resolver el caso para lo que fue contratado y decirle al padre las cosas de una forma muy clarita.
E.P.: El detective también, de alguna forma, paraliza la pulsión del padre.
J.C.P.: Evidentemente. Es un personaje que necesita ser lo opuesto al padre. Florentino tiene dinero y la necesidad, o la pulsión, de buscar a su hijo. Su fórmula no parece eficaz pese al poder y al dinero. Osvaldo Cuervo tiene la experiencia, la serenidad y la metodología para intentar dar solución al problema. El ímpetu del padre lo quiere arrollar pero Cuervo también va evolucionado y hace que el caso sea enteramente suyo.
E.P.: Es todo un thriller de época, ¿cómo llega el director médico del Hospital Internacional de Midemar, en Alicante, a elaborar un thriller que recorre el siglo XX?
J.C.P.: Pues soy un enamorado de la historia. Pretendo que el lector recorra el siglo y sus acontecimientos más importantes. Quiero que viva la fascinación por la invención del avión, o que esté presente en la construcción del Empire State, o que sepa cómo era la Alemania nazi del 1934, o la España de ’30 cuando se marcha Primo de Rivera… También hay otros personajes… Se hace amigo de Berlioz, de Churchill… Es decir, quiero que el lector haga un viaje por el siglo y al mismo tiempo viva una historia personal difícil en una trama de thriller. Creo que son dos líneas muy interesantes y que se leen con mucha intensidad.
E.P.: Muchísimas gracias Juan Carlos Padilla por hablarnos de su trabajo y le deseamos mucho éxito.
J.C.P.: Gracias a vosotros y espero que los lectores disfruten de la novela tanto como yo al escribirla.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos-J.E.