Los roedores se apoderan, por la noche, de la famosa fuente italiana y horrorizan a turistas y romanos, que hablan de un “deterioro sin fin” de la ciudad
El municipio de Roma aseguró hoy a EFE que ya está en conversaciones con las empresas encargadas de la limpieza después de que el problema fuera denunciado en el Corriere della Sera y de que las redes sociales y los turistas dieran testimonio de lo que ocurre.
El diario habla de “ratones enormes, colonias de diez y hasta veinte ejemplares” que cada noche, en la oscuridad, toman posesión de la fuente y protagonizan “un constante ir y venir de roedores de veinte centímetros de largo”.
El complejo escultórico, en obras de restauración desde hace más de un año, queda invadido por ratas y ratones que “suben por las estatuas, se esconden debajo de los andamios, corren por la plaza” y aparecen muertos en la fuente barroca más célebre de Roma.
Los roedores “se han convertido en los habitantes nocturnos de uno de los hitos de la ciudad capitolina” y han dejado “aturdidos” y “horrorizados” a los turistas, que “toman fotografías para recordar una Roma cada vez más degradada”.
Fue la desagradable sorpresa que encontraron las españolas Carmen y Elena al visitar la fuente en torno a las once de la noche del pasado sábado después de cenar en el centro, momento en el que vieron cómo “dos ratas cruzaron de lado a lado la base de la fuente”.
Después, en la plaza frente a la fuente, “salió un pedazo de rata gigantesca”, dijo Carmen, de Jaén, impresionada de que “esto pase en una capital de Europa y en un sitio turístico”, dijo en declaraciones a EFE.
Es “la tercera vez” que la joven, que vive en Roma desde hace un par de meses, ve ratas en la ciudad, una presencia que se debe, en su opinión, a “una falta de higiene increíble”.
La joven percibió una limpieza “muy deficiente” en las calles, con casos como el de “tres botellas y un cucurucho de helado que estuvieron tres semanas en una parada de taxis frente al Coliseo sin que nadie los recogiera”.
Los romanos también han lamentado la presencia de roedores en uno de los símbolos de la ciudad y han compartido a través de las redes sociales críticas hacia la gestión del alcalde de Roma, Ignazio Marino, en una ciudad que sufre un “deterioro sin fin”.
“Roma, siempre peor”, comenta un usuario, mientras otro responde que “al menos los roedores son ciudadanos romanos y están en su casa, no como muchos turistas que ensucian las calles”.
Preocupados se muestran también los dueños de los restaurantes cercanos, como Simone, camarero en un local frente a la fuente que dijo a EFE: “Si no se resuelve el problema, estamos perdidos. Nadie quiere sentarse en una terraza y ver ratas, aunque estén en la Fontana de Trevi”.
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Por su parte, la presidente de la Asociación de Habitantes del Centro Histórico de Roma, Viviana Piccirilli, dijo a EFE que se trata de un “problema preocupante” que se debe a que “el calor es demasiado fuerte” y a “la suciedad” de la capital.
“No es sólo un problema de la Administración. Las ratas salen porque hace calor, buscan el agua. Es evidente que las obras han empeorado la situación, pero también las basuras de los restaurantes y los turistas. Es un problema también de civismo”, añadió.
“No es posible que haya un policía en cada esquina. La basura no se puede tirar en cualquier parte, hay que tener más respeto por los lugares delicados”, sostuvo.
Las obras de restauración de la Fontana de Trevi, famosa por ser escenario del sensual baño de la actriz sueca Anita Ekberg en La dolce vita, de Federico Fellini (1960), comenzaron en junio de 2014 y tienen previsto durar hasta el último trimestre de 2015, según los cálculos del Ayuntamiento de Roma.
Una restauración calculada en 2 millones de euros (u$s2,7 millones) que financia por mecenazgo la empresa de moda italiana Fendi.
Inaugurada en 1735, la obra de Nicola Salvi, según un diseño de Gian Lorenzo Bernini, es la fuente monumental barroca más célebre de Roma y una de las más famosas y fotografiadas del mundo.