La conocida presentadora nos trae lo último en moda para este otoño e invierno
La firma española recupera los tacones de aguja y punteras afiladas y propone una amplia colección de botas, botines y bolsos
MARIAMARE da pistoletazo de salida a la nueva temporada Fall-Winter 2015, y una vez más lo hace en compañía de Pilar Rubio y con una campaña en la que la presentadora muestra una seducción total hacia la cámara. Impacta de nuevo con unos looks a la última, donde la elegancia es la premisa para cada una de estas fotografías. Unas imágenes sobrias y llenas de distinción en un marco moderno y minimalista que hacen aún más protagonista a Pilar Rubio y a MARIAMARE.
La marca de moda apuesta para la nueva temporada por los siempre sexys tacones de aguja y punteras afiladas. Por otro lado el negro y los diferentes tonos de marrones comparten protagonismo en esta ocasión con los azules, burdeos y grises en botas, botines y tacones. Napas, antes y pieles de alta calidad también entran con fuerza. Y, la parte más desenfadada y casual de la colección, viene de la mano de los zapatos masculinos, las deportivas y las botas de agua.
Los bolsos siguen siendo grandes protagonistas convirtiéndose en piezas clave de cualquier estilismo. Pilar Rubio completa con ellos todos sus outfits gracias a una amplia colección con diseños para cada momento del día. A los colores básicos hay que sumar los metalizados, los materiales texturizados y los animals prints, a los que se les incorporan detalles de fornituras metálicas, cremalleras y elegantes correas compuestas por cadenas. Sin olvidar las carteras, que llegan también en formato XL, y las billeteras.
La nueva campaña de MARIAMARE, con Pilar Rubio como protagonista, llega dispuesta a hechizar a todos.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.