Un equipo de investigadores halló en Morella, ciudad en el este de España, una nueva especie de dinosaurio ornitópodo que habitó la península ibérica hace poco más de 125 millones de años, con una longitud estimada de 6 metros, una altura de unos 2,5 metros y 2 toneladas de peso.
Los resultados de esta investigación se publican en la revista Plos One, en un artículo firmado por científicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad Autónoma de Madrid, que han bautizado a la especie como Morelladon beltrani.
Los ornitópodos son herbívoros y tienen una diversidad morfológica dispar: unos caminaban en dos patas y otros, como la especie encontrada en Morella, en cuatro patas, explica a EFEFernando Escaso, de la UNED y uno de los autores de este trabajo.
En concreto, el de Morella, si bien pasaba la mayor parte de su tiempo andando en cuatro patas, tenía también la capacidad de realizar pequeños trayectos sólo sobre las extremidades traseras.
Los restos que han servido para determinar que se trata de una nueva especie se encontraron en 2013: restos fósiles de la cintura pélvica, el sacro, la región dorsal, de la parte de la extremidad posterior (tibia) del animal y algún diente.
El Morelladon beltrani (llamado así en homenaje al dueño de la mina en el que se halló, Vicente Beltrán) es un ornitópodo de tamaño medio, muy similar a la forma europea Mantellisaurus atherfieldensis, tanto en tamaño como en proporciones.
La característica más destacable de este ornitópodo es la presencia en las vértebras dorsales de espinas neurales muy altas, según una nota de la UNED.
Estas espinas podrían sustentar una especie de “vela” en la región dorsal del cuerpo delMorelladon relacionada con procesos de termorregulación corporal o como un lugar de almacenamiento de grasa para soportar períodos de escasez de alimento, como hacen, por ejemplo, los dromedarios o los bisontes en la actualidad.
Pero además, según detalla a EFE Escaso, esta estructura podría haber jugado un papel destacado en la comunicación entre los miembros de la misma especie: como reconocimiento y para la selección sexual (en algunos reptiles actuales pasa lo mismo).
Los científicos determinaron que se trataba de una nueva especie después de un “trabajo complejo”, en el que realizaron, por un lado, análisis filogenéticos (relación de parentesco entre especies) y, por otro, compararon los restos fósiles hallados en 2013 con los de otros dinosaurios del mundo, físicamente y a través de literatura científica.
“Vimos que este ejemplar tenía caracteres únicos”, subraya Escaso, quien está convencido de que seguirán apareciendo nuevas especies de dinosaurios y más “compañeros” delMorelladon beltrani.
En las canteras de arcillas rojas en esta zona de Castellón –con 16 yacimientos– se han extraído más de 4.000 restos fósiles de vertebrados y entre ellos se destacan los restos pertenecientes a dinosaurios ornitópodos emparentados con el Iguanodon, apunta por su parte José Miguel Gasulla, otro de los autores.