El barrio de Benicalap de Valencia mantiene 10 tapones urbanísticos, o sea edificaciones dificultando la conexión de calles, en un radio de 300 metros dificultando seriamente la movilidad peatonal y el tránsito viario.
Ésta situación supone una degradación urbanística, que tras más de 21 años de gobierno del Partido Popular, evidencia un abandono en la gestión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) , que plantea la apertura de calles y el retranqueo de alineaciones con nuevas edificaciones, según denuncia el grupo socialista del consistorio.
Estos eternos tapones, se encuentran en la calle del Pintor Matarana; en la calle del Garbí; en la calle de Barig; en la calle Transformador; calle del obispo Puchol Montis; calle de José Grollo ; Plaza de Benicalap y en la calle Verbena.
Para los socialistas ¨la solución a esta situación pasa por delimitar unidades de ejecución que permitan consolidar la edificabilidad prevista y proceder a la apertura y urbanización de las calles, con el consiguiente retranqueo para las nuevas alineaciones previstas en el PGOU. Los vecinos de Benicalap observan como pasan los años sin que se adopte medida de gestión urbanística alguna.
El concejal socialista Vicent Sarriá ha planteado encargar a la empresa municipal Aumsa la redacción y tramitación de los Programas de Actuación Integrada con las correspondientes Unidades de Ejecución para que se programe la urbanización, edificación y apertura de calles en las zonas degradadas de Benicalap que aún no se ajustan a las alineaciones del PGOU.
VLC Ciudad/Redacción