El magnate ruso Dmitri Rybolovlev, protagonista del “divorcio del siglo”, le ocultó bienes a su mujer, Elena, para no dividirlos en la separación
En un artículo titulado “Cómo se divorcia el 1%“, en referencia a la élite mundial en cuestiones de dinero, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reveló cómo el multimillonario escondió una fortuna para alejarla de su esposa usando compañías offshore, en el divorcio considerado como el más caro de la historia.
En 2008, tras un matrimonio de 20 años y dos hijos, durante los cuales la pareja se mudó a Suiza y acumuló una fortuna, Dmitri Rybolovlev y Elena comenzaron los trámites para poner fin a la relación. Sin embargo, la división de bienes no sería una tarea fácil.
Durante la batalla legal, la defensa de la mujer alegaba que el magnate, dueño del club francés AS Mónaco y conocido como el “Rey de los fertilizantes”, tenía grandes tesoros escondidos y usó empresas en paraísos fiscales para comprar y guardar obras de artes tasadas en USD 650 millones.
Por ejemplo, según lo revelado por el ICIJ, Mossack Fonseca incorporó en 2002 una compañía pequeña, aunque todo un museo en cuanto a sus bienes: pinturas de Picasso, Van Gogh, Monet y Degas, entre otros. En uno de los correos electrónicos filtrados, se observan los movimientos realizados en 2009, luego de iniciado el divorcio, para enviar los bienes de lujo afuera de Suiza, Singapur y Londres, lejos del alcance Elena.
El artículo también narra los retos que debía pasar el abogado de la cónyuge para entregar personalmente la documentación a Rybolovlev, casi como un agente secreto.
“Durante décadas, esposos (casi siempre hombres y parte del 1%) han solicitado a Mossack Fonseca ayuda para proteger activos de futuras ex, según los archivos. Y Mossack Fonseca ha aceptado sin dudarlo mucho”, detalla el ICIJ.
En 2014, seis años después de iniciado el trámite, una corte suiza decidió que a la mujer de Dmitri Rybolovlev le correspondían USD 4,5 mil millones, pero una apelación posterior habría reducido la cifra a USD 600 millones.
No obstante, no siempre son los hombres quienes recurren a estas prácticas. El ICIJ cuenta también el caso de la peruana Marcela Dworzak, esposa del general retirado Antonio Ibárcena Amico, ex comandante general de la Marina y amigo del ex presidente Alberto Fujimori, preso por corrupción y crímenes de lesa humanidad.
Poco después de la caída del régimen fujimorista en 2000, Ibárcena fue condenado por enriquecimiento ilítico, y, según informa un correo interno de Mossack Fonseca filtrado, Dworzak usó compañías offshore “para proteger la propiedad que heredó de su familia ante un posible divorcio“, ya que no quería “que él (Ibárcena) supiera de los bienes”.