Valencia Noticias | Redación.- La concejala de Inserción Socio-Laboral, Isabel Lozano, presentó el plan municipal RESSÒ (Programa de Reciprocidad Social) que tiene por objetivo dar soluciones a las personas en riesgo o en situación de exclusión social en la ciudad y garantizarles sus derechos sociales en aspectos de empleo, vivienda, educación, sanidad y participación social.
Para combatir la exclusión social el programa contempla la intervención con personas y familias en situación de pobreza a través de proyectos individualizados que se basan en el compromiso de las personas de promover de manera activa la mejora de su situación personal y familiar en todos los ámbitos mediante una concesión económica mensual. La prestación económica vinculada al programa tiene como finalidad garantizar la subsistencia de las personas cubriendo sus necesidades vitales más urgentes.
De manera más concreta RESSÒ se marca objetivos como la normalización documental, es decir, apoyar la obtención de todos los documentos necesarios para el funcionamiento normalizado de las personas, tanto del solicitante como del resto de la familia beneficiaria de la prestación.
Además, trabaja con las personas el acceso a los servicios sanitarios y los introduce hacia las actitudes preventivas, vacunaciones y la atención de enfermedades diagnosticadas así como el fomento de hábitos alimentarios saludables.
“En el plano educativo RESSÒ hace una labor muy importante de escolarización de los y las menores en función de su nivel y necesidades educativas, implicando a los padres y madres en el proceso educativo de sus hijos e hijas y en el suyo propio mediante la alfabetización y la obtención del certificado de escolaridad”, indicó Lozano.
También cabe destacar la incidencia en la convivencia, ya que se trabaja la modificación de los modelos que no son adecuados por otros que tienen una tendencia al respeto y la igualdad entre los dos sexos, corresponsabilidad en la crianza de los hijos, mejora de los vínculos afectivos y la gestión económica del presupuesto familiar.
“Desde el punto de vista laboral trabajamos el diagnóstico de empleabilidad correspondiente, favorecemos actitudes positivas hacia el trabajo, la capacitación profesional y los itinerarios de inserción laboral”, explicó Lozano.
La gestión del espacio-vivienda es otro tema que trabaja RESSÒ y que pretende mejorar las condiciones físicas de habitabilidad y salubridad en la vivienda, la gestión económica del domicilio y el establecimiento y el respeto de espacios personales y comunes.
El programa RESSÓ (Programa de Reciprocidad Social) sustituye, amplía y mejora las prestaciones del antiguo PAES (Programa de Atención a la Exclusión Social). Nueve son los cambios y mejoras que el Ayuntamiento de Valencia ha incluido en este plan. En cuanto a cifras económicas la concejalía ha aumentado en 2016 un 63,5% los recursos a este programa respecto a lo que se destinaba en 2015 en el PAES.
En cuanto a la edad de las personas que pueden solicitar formar parte del plan se reduce de los 25 años que exigía el PAES hasta los 18 años, aunque si la persona tiene responsabilidades familiares y es menor de 18 años, el programa RESSÒ también tiene en cuenta su solicitud.
Respecto a la exigencia de figurar un año en el padrón para poder acceder a estas ayudas RESSÒ introduce algunas excepciones como son las mujeres víctimas de violencia machista o de trata con fines sexuales.
También podrán acceder a RESSÒ las mujeres víctimas de violencia machista que reciben ayudas económicas públicas para el cambio de residencia que antes tenían vetado su acceso al PAES.
Además, RESSÒ recoge que las cuantías económicas que se aportan a las personas que forman parte del programa serán ahora equiparables a las de la Renta Garantizada de Ciudadanía, unas cantidades a las que no llegaba el antiguo PAES.
Por último, se introduce un compromiso de las personas participantes en RESSÒ a cumplir el “Acuerdo de Medidas de Inserción Social y Laboral” que incluye cuestiones como la normalización documental, la salud, la convivencia, los aspectos de búsqueda activa de trabajo , gestión del espacio o de la vivienda.
“Esta es una de las razones por las que hemos puesto el nombre de Programa de Reciprocidad Social, porque hay unas responsabilidades compartidas, el Ayuntamiento garantiza una serie de derechos a las personas pero ellas deben cumplir una serie de normas para poder acceder el programa”, explicó Lozano.
“Las administraciones públicas no pueden quedar indiferentes a las situaciones de exclusión, por lo que desde el Ayuntamiento de Valencia y la concejalía de Inserción Socio-Laboral nos comprometemos a garantizar la última malla de protección para las personas que no pueden acceder a otro tipo de recurso porque han agotado las ayudas existentes o porque no poseen los requisitos que en las prestaciones se requieren. Esos casos graves y cronificados en la exclusión deben ser abordados de manera decidida e integral por parte de las políticas públicas de protección, y la atención, de forma sistemática y planificada”, ha dicho Lozano.