El Péndulo | Jimmy Entraigües.- Con una larga e intensa carrera periodística, Cristina López Schlichting debuta en la novela con ‘Los días modernos’ (Plaza&Janés, 2017), una obra que narra, entre la nostalgia, la ternura y el humor, el despertar de una niña, en la España de la década de los 70’, ante un país que se transforma en toda su complejidad social y política.
Ante un café y aprovechando su visita a la ciudad de Valencia, charlamos con López Schlichting sobre las interioridades de su primer trabajo novelístico.
El Péndulo: Los recuerdos de infancia y el homenaje que haces a personas que has conocido, ¿es lo que te llevó a escribir ‘Los días modernos’?
Cristina López Schlichting: Fíjate, esta es una pregunta clave porque durante muchos años, yo que había vivido durante el franquismo, escuché una lectura de aquellos años que no tenía nada que ver con mi experiencia. Yo me preguntaba, “¿o aquí yo me he fumado algo o…, alguien está mintiendo?”. Entonces me di cuenta que no era ni una cosa ni la otra. La fuerza de los acontecimientos de los años 50’, los fusilamientos, el aislamiento de España…, han pesado de tal manera que han fagocitado de tal manera la experiencia de los niños de los años 60’ y 70’ que fue del todo diferente. Nosotros, mi generación de infancia, vivíamos de cara a las series americanas, ‘La casa de la pradera’, ‘Colombo’…, vivíamos de cara a Eurovisión, para nosotros el tergal era muchísimo mejor que la lana, en nuestra época las playas estaban llenas de suecas y extranjeros y nuestros padres empezaron a comprarse el primer utilitario y el pisito a plazo y…, nuestra memoria es muy positiva. Es la memoria de una época que fue muy feliz y que fue franquista aunque para nosotros Franco era un tipo que estaba en las monedas de duro (moneda de cinco pesetas antes del euro) y en los billetes. Cuando viene la Transición política, la transición social ya se había producido. Franco sobrevive al franquismo pero el franquismo muere antes que él.
E.P.: Pero el régimen estaba ahí.
C.L.S.: Sí, claro, pero las playas ya son diferentes, ya no son las playas donde iba mi abuela a bañarse vestida en combinación, las extranjeras ya habían traído el bikini, la moda era diferente…, la transición social y cultural se hizo antes de 1975.
E.P.: Bueno, también la sociedad impulsa un cambio en aquellos años, muchos españoles emigran en los años 60’ a trabajar a Europa, el ‘aperturismo’ empieza a poner a España en el mapa…
C.L.S.: Efectivamente, muchos españoles salen a trabajar por Europa pero también muchos emigran a las grandes ciudades y en las grandes ciudades se crean cinturones de bloques inmobiliarios con trabajadores que llegan de toda España. Es la época del ‘desarrollismo’ en donde se da un gran boom inmobiliario en ciudades como Madrid y Barcelona. Y es verdad que la gente impulsaba al país desde dentro. Se ve en los padres de Amelia, la niña protagonista de la novela, como cambian su condición de gente de una pequeña aldea y pasan a ser urbanitas. Eso da lugar a cosas muy divertidas en la novela. Tú tienes un sofá de ‘escay’ que es el último grito en moda pero le haces unos tapetitos de ganchillos la mar de monos o…, ponías un plato de Duralex que era lo más moderno y le ponías un chorizo traído del pueblo. La verdad es que había una simbiosis entre pueblo y ciudad, entre lo viejo y lo que la gente quería que convergiese de lo más divertida.
E.P.: La apertura social que vive España también va marcando un nuevo pensamiento y una nueva forma de ver el mundo, el personaje de Amelia lo va notando pese a su corta edad.
C.L.S.: Esta es una reflexión muy interesante, la percepción de que el mundo iba por otro lado hace que nuestra generación empiece a desarrollar una cierta indiferencia ante el fenómeno político. Empezamos a percibir que la música, la moda, la forma de comer…, iba a cambiar el mundo y el personaje de Amelia lo expresa. Para ella, la discusión de sus hermanos mayores sobre la falange, el franquismo o los partidos políticos le resulta un mundo ajeno. A ella le interesa el último capítulo de una serie de televisión, qué cromos va a comprar o si Fitipaldi o Lauda se impondrán en las carreras de coches. Ella se da cuenta que de que el pulso del mundo está determinado mucho más allá de los parlamentos.
E.P.: A sus diez años Amelia va viviendo también una transformación física, lo social y lo físico hace que ella se pregunte muchas cosas.
C.L.S.: Sí, aquí hay dos novelas. Una es la novela del tardofranquismo y la pre-transición y la otra es una novela en la que una niña ve que le crecen pechos, que empieza a transformarse y a cambiar físicamente y que, además, ve que un universo que consideraba sólido está lleno de secretos y es completamente diferente a lo que le están diciendo.
E.P.: Te sentías cómoda al escribir el mundo de Amelia desde la primera persona en un momento en que se produjeron tantos cambios en España.
C.L.S.: Te confieso que fue un error utilizar la primera persona. Era el impulso primero de una biografía de Amelia donde la visión de la realidad está muy pegada a la persona y luego fue un desafío técnico brutal para la novela. El tema era conjugar la visión del mundo que tiene una niña de diez años con los recuerdos de aquellos años que tiene la propia niña y sin saltarme la primera persona…, te juro que el trabajo fue endiablado pero…, resultó fascinante.
E.P.: ¿Podría pensarse que hay una visión edulcorada de aquellos?
C.L.S.: No, para nada. Es la visión de una generación que vivió aquel momento desde un punto de vista distinto. No podemos negar que las medias de nylon, la muñeca Nancy, el Cola Cao formaron parte de nuestra vida. La realidad de la pre-transición es que crecimos con todo ese mundo alrededor. Amelia también llega a conocer la injusticia, el mundo de los adultos cuando se esconde bajo la mesa, la solidaridad, pero no deja de ser una niña que se abre a un nuevo mundo, el de los años 70’, que cambia ante una nueva realidad social que de forma imparable se está produciendo.
E.P.: Muchas gracias Cristina y mucho éxito por esta primera novela que…, quizás tenga continuidad.
C.L.S.: Bueno, bueno…, ya hay cosas nuevas sobre Amelia que se están volcando al papel así que…, vamos a ver cómo avanza y…, gracias a vosotros por esta charla sobre mi novela.