Joaquín Caparrós volvió a la que un día fue su casa -el Recreativo de Huelva ha sido uno de los equipos que ha entrenado a lo largo de su carrera como técnico-, para ganar el Trofeo Colombino con el Levante UD. La pena, haber ganado el trofeo ante una grada más que despoblada -algo más de 400 espectadores-.
Los granotas se impusieron en la final de uno de los torneos clásicos del verano al Pescara italiano, que habían dejado en la cuneta al equipo anfitrión en la semifinal. El conjunto granota comenzó con bastante intensidad y fruto de ello, inauguró el marcador apenas cumplido el primer cuarto de hora, en un saque de esquina bien sacado por Ivanschitz y mejor rematado de cabeza por Héctor Rodas.
Tendría que pasar la media hora hasta que el conjunto italiano se desembarazara del dominio granota y comenzara a buscar la puerta defendida por Keylor Navas, aunque con escasa fortuna. Apenas un balón al lateral de la red y alguna que otra internada por la izquierda de Piscitella, que poco trabajo dieron al meta levantinista.
A punto estuvo Ivanschitz de ampliar la ventaja a balón parado, pero el guardameta italiano atajó el cuero. Eran los últimos minutos de la primera mitad y el Levante volvía a apretar buscando el KO psicológico de un segundo tanto que no llegaría… aún.
El segundo tiempo fue algo más igualado, con dominio alternos para uno y otro equipo, pero decayó un poco en intensidad, no registrándose jugadas de mención hasta que Ángel entró en el campo sustituyendo a Barral a falta de diez minutos para el final. Y como si fuera premonitorio, prácticamente a la primera que tocó, acertó a colocar el esférico dentro de la portería transalpina. Iborra servía un extraordinario pase en profundidad para que Ángel marcara a media distancia sentenciando el partido y con él, el precioso trofeo en forma de Carabela plateada.
VLC Noticias / Redacción