Desde el año 2008 el Ayuntamiento de Valencia dispone de una red de contenedores para la recogida de aceites vegetales usados para su posterior reciclado, evitándose de esta forma que dichos residuos sean vertidos a la red de alcantarillado.
No obstante, “este servicio, que se realiza a través de un convenio entre el Ayuntamiento y la Empresa Central de Residuos Alimentarios (Cenresa), es prácticamente desconocido para la inmensa mayoría de la población que no sabe donde se encuentran ubicados físicamente dichos contenedores”, según ha declarado el portavoz del grupo municipal de Esquerra Unida, Amadeu Sanchis. “¿Para que sirve ofrecer un servicio si los destinatarios que deben hacer uso del mismo desconocen los lugares donde se pueden llevar dichos aceites?”, se ha preguntado el edil.
Para el dirigente de izquierdas, “además del poco servicio prestado al respecto, no está suficientemente publicitado, lo que dificulta gravemente el reciclaje”. Asimismo, no todos los barrios cuentan con contenedores destinados a la recogida de aceite usado para su posterior reciclado, -ha añadido Sanchis- y, por tanto, “nos encontramos con dificultades importantes para el proceso de depuración de aguas residuales, por lo que es necesario un plan para la recepción de aceites usados, algo que no existe hoy en día”.
En la actualidad hay 53 contenedores en Valencia, cantidad a la que hay que añadir los 34 puntos de recogida por medio del Ecoparque Móvil y el Ecoparque de Vara de Quart. “¿Dónde están ubicados los 53 que existen, según datos facilitados por el propio PP, en nuestra ciudad? ¿Existe algún mapa que informe de los mismos?”, se ha preguntado el concejal, quien ha calificado de “absolutamente necesaria la puesta en marcha de una campaña municipal que llegue a todos los ciudadanos y ciudadanas y que informe de los lugares exactos donde se puede depositar el aceite usado”.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.