Estamos ante la IV EDIZIONE LIMITATA de GROSSO NAPOLETANO. La marca más famosa de pizzerías artesanales de España presenta su receta más ARDIENTE hasta el momento, creada junto a ROBERTO RUÍZ, el afamado cocinero mexicano y estrella Michelin. Un proyecto en el que presentan LA PRIMERA PIZZA NAPOLI-MEXICANA del mundo.
Roberto Ruíz es garra, vibra y temperamento y, en sus restaurantes, ofrece una cocina inmediata y un producto cercano, democratizando la comida azteca y dando a conocer ese punto del folklore mexicano en todas las versiones de sus platos.
Grosso Napoletano es el referente de la pizza napolitana en España. En 2021, la compañía fue reconocida como una de las 10 mejores cadenas de pizzería artesanales del mundo, siendo la única empresa española que figura en este prestigioso ranking elaborado por 50 Top Pizza. Este organismo también premió a Grosso Napoletano en 2020 situándose entre las 10 mejores cadenas de pizzerías artesanales de Europa y en 2019 como la mejor pizzería
napolitana de España (Grosso Napoletano Santa Engracia, Madrid).
Desde su fundación como compañía en 2017 con la apertura de su primer establecimiento en Madrid, el objetivo de Grosso Napoletano ha sido siempre el de democratizar la verdadera pizza napolitana a los españoles. Un concepto que es todo un caso de éxito y que cuenta actualmente con 19 restaurantes en España: 12 en Madrid, tres en Barcelona, dos en Sevilla, uno en Zaragoza y otro en Valencia. Además, en dos de sus restaurantes –uno en Madrid y otro en Barcelona– ofrece una propuesta de pizzas napolitanas sin gluten en Grosso Napoletano Senza Glutine, siendo esta la primera pizzería napolitana 100% sin gluten de España. Este proyecto ha sido además premiado como la mejor cadena HORECA asesorada por FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos de España).
Los reconocimientos y la trayectoria de Grosso Napoletano se sustentan en cuatro pilares fundamentales que son: el horno, la masa, los ingredientes y, por supuesto, los pizzaioli. La elaboración de la masa sigue un proceso de doble fermentación de hasta 48 horas, en el que se utiliza harina de fuerza italiana y masa madre, para lograr una textura y volumen idóneos y conseguir la elasticidad característica de estas pizzas. Los pizzaioli utilizan ingredientes frescos y de
calidad, ya que son importados en su mayoría desde Italia cada semana. Cada mañana, encienden puntualmente el horno de leña para llegar a la temperatura óptima de trabajo de 500 ºC. Todo ello se suma al saber hacer de sus pizzaioli, cuyo arte y saber hacer fue declarado Patrimonio Intangible de la Humanidad de la UNESCO en 2017.
Grosso Napoletano es una empresa de capital 100% español liderada por dos jóvenes emprendedores: Hugo Rodríguez de Prada y Jorge Blas, que se ha posicionado como líder en su segmento gracias a una fórmula que ofrece una experiencia gastronómica de calidad, a un precio razonable y en atmósferas muy cuidadas de inspiración industrial. “Nuestra intención es seguir creciendo y abriendo nuevos locales en distintas localizaciones con los que logremos acercar la pizza napolitana a cada vez más españoles”, comenta Hugo Rodríguez de Prada.
Grosso Napoletano cuenta también con un fuerte compromiso social. Durante la crisis del Covid-19 fue el impulsor de la iniciativa Food4heroes, encargada de proporcionar varias toneladas de comida en formato de raciones a miles de sanitarios. Siguiendo la estela de Grosso Napoletano, en Food4heroes se involucraron más de 140 restaurantes partners para dar servicio a 22 hospitales durante más de mes y medio en 2020. Igualmente, en ese tiempo se enviaron raciones de comida a 12 residencias, un comedor social y diversas unidades del SUMMA 112, de la Policía Nacional y la Guardia Civil, entre otros colectivos que estuvieron trabajando intensamente durante los momentos más críticos de la emergencia sociosanitaria. Esta iniciativa llegó incluso a extenderse a nivel nacional y en el extranjero,
recibiendo peticiones para sumarse desde lugares tan dispares como Roma, Londres, Chile o México. También, Grosso Napoletano colabora cada mes con aportaciones económicas a la asociación Flores de Kiskeya, que centra sus esfuerzos en la autonomía, independencia y desarrollo de las mujeres y los niños y niñas más vulnerables de Anse-à-Pitres (Haití).