Ousmane es senegalés y llegó a Alicante en 2006, con 18 años. Al poco tiempo aprendió nuestro idioma y se empapó de las peculiaridades de nuestra cultura, por lo que sus compatriotas acudían a él en busca de ayuda para poder ir al médico.
La trabajadora social del centro de atención primaria al que siempre acudía Ousmane con otros senegaleses le propuso formalizar su colaboración. Así se hizo mediador intercultural, “un canal entre dos idiomas diferentes, y también entre dos culturas diferentes”.
Y es que el mediador intercultural, además de dominar ambos idiomas, debe ser conocedor de la cultura de origen y la de acogida porque la comunicación va más allá del idioma, y a veces puede haber malos entendidos por aspectos extra lingüísticos, como mirar directamente a los ojos, que para un español es muestra de interés y para un musulmán una descortesía.
Para los pacientes senegaleses que aún no hablan español, como Balla, que llegó hace seis meses a Alicante, Ousmane representa una ayuda fundamental: “la única manera que tengo para solucionar mi problema es contar con alguien de mi cultura, que habla mi idioma”.
El doctor Torrús también insiste en que el mediador es mucho más que un traductor, es una persona que guía e instruye a los extranjeros en momentos difíciles. Muchos de quienes llevan poco tiempo en España no saben, por ejemplo, si deben acudir a un centro de salud o a un hospital.
El papel del mediador intercultural es asimismo fundamental para los profesionales sanitarios porque “el concepto de salud y enfermedad, la manera en que las personas interpretan lo que les ocurre, los síntomas, son bastante diferentes según la cultura de donde provengan”.
Gracias a la mediación, doctores y enfermeros no sólo entienden a los pacientes, sino que además los comprenden y saben cómo transmitirles aspectos clave de su tratamiento o instruirles en materia de prevención.
Torrús es médico adjunto en la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Alicante y preside la sección alicantina de Médicos Mundi, organización que desde 2010 selecciona, forma y coordina a los mediadores interculturales voluntarios en el Hospital y en los centros de salud y unidades asistenciales adscritas al mismo.
Desde entonces, y consciente de la importancia de esta figura, la conselleria de Sanitat ha colaborado con Médicos Mundi y recientemente ha suscrito un convenio con el que dota de oficialidad a los mediadores interculturales, que en 2014 prestarán sus servicios con el respaldo de la Agencia Valenciana de Salud.
Diego Torrús está al frente de la consulta de enfermedades importadas, esas que los pacientes extranjeros traen de sus países de origen, y hace hincapié en la importancia de los exámenes de salud para detectar síntomas ocultos de problemas infecciosos que a la larga pueden suponer problemas tanto para los pacientes afectados como para toda la sociedad en su conjunto.
En este sentido, explica los planes de presente y futuro de Médicos Mundi para que el papel del mediador intercultural sea más amplio. Así, convertidos en agentes comunitarios de salud, “tienen un papel muy importante en cuanto a transmitir mensajes de prevención de enfermedades a su comunidad, colaborar en la búsqueda de pacientes diagnosticados en enfermedades infecciosas, como la tuberculosis, para estudiarlos y tratarlos, o para estimularles en cuanto al cumplimiento de tratamientos”.
VLC Noticias / Redacción