El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, asegura que junto a los estudiantes que protestaron el lunes en Valencia había infiltrados “radicales y violentos” que son los que, a su juicio, crean los problemas, y ha admitido que eso ha provocado “algún exceso y alguna actuación desafortunada por parte de algún policía”.
En declaraciones a Catalunya Radio, Fernández ha dicho: “Lo que queremos es controlar el exceso, no el exceso en el control. Cuando digo controlar el exceso lo digo por el exceso de quienes se puedan manifestar de manera violenta e incluso agresiva, y también de quienes puedan, desde las filas de la policía, tener una actuación que a lo mejor ha sido excesiva: lo estudiaremos”.
El ministro se ha mostrado dispuesto a comparecer en el Congreso, bien a petición de los grupos o por voluntad propia: “El ministro tiene el deber de comparecer, y con mucho gusto comparecerá”, ha dicho, aunque deja claro que está al lado de la Policía.
Ha remarcado que, si solo hubiera habido estudiantes en las protestas, “la cosa se hubiera desarrollado de manera diferente”, y ha puesto como ejemplo que una botella lanzada por un radical hirió a una mujer.
Según él, algunos se aprovechan de la buena voluntad de los menores y no tienen como objetivo una reclamación estudiantil, sino que quieren aprovecharlo “como caldo de cultivo para lo que han hecho: quemar las calles de Valencia”.
Fernández ha calificado de ‘lapsus lingue’ las palabras del jefe superior de la Policía de la Comunidad Valenciana, Antonio Moreno, cuando calificó a los manifestantes de ‘enemigo’, y ha considerado que se equivocó en su comentario: “Entiendo lo que quería decir pero sin duda no ha estado afortunado”.
Ha asegurado que la policía ha de garantizar el derecho de reunión y manifestación en el marco de la ley, pero algunas protestas desde la semana pasada en Valencia “no habían sido comunicadas” y afectaban a la vida de la ciudad, y no se hizo caso a los requerimientos verbales de la policía.
Según el ministro, esta dinámica la aprovechan “algunos elementos radicales y violentos” infiltrados entre los estudiantes.
“Como norma general o principio general, estoy, como institución, al lado de la Policía. Si luego hay una conducta individual que ha sido excesiva o desafortunada, actuaremos en consecuencia”, ha insistido.
El ministro hará todo lo posible para que regrese la calma porque conviene “moderación y contención”, y estudiará todo lo que ha pasado, pero que no se puede poner la presunción de culpabilidad sobre la policía.
Ha remarcado que no hay “interés en la policía de reprimir con dureza” las manifestaciones, señalando que hay más heridos policías que ciudadanos, y que los detenidos ya han sido puestos a disposición judicial.
VLCCiudad/Redacción