El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha bendecido e inaugurado este jueves, en un bajo de la calle Guardia Civil, 3, del barrio valenciano de Benimaclet, un centro multiusos que bajo el título de “Colaboro” será gestionado por Cáritas Diocesana, tras la cesión del local, propiedad del Arzobispado, a la entidad caritativa.
El centro, que ha sido inaugurado hoy ha abierto con un mercadillo solidario, organizado por Cáritas, según han indicado hoy fuentes de la entidad.
El mercadillo incluye varios puestos que ofrecen artículos de decoración y mobiliario así como objetos de vidrio y textiles, que elaboran personas acogidas en distintos programas de Cáritas y de las fundaciones vinculadas a la entidad, dedicados a personas sin hogar o en riesgo de exclusión social. La venta benéfica se desarrollará hasta el próximo 23 de diciembre, en horario de mañanas, de 10 a 14 horas, y de tardes, de 16:30 a 20 horas.
Igualmente, los locales, que gestionan voluntarios de Cáritas, serán destinados a cursos de formación, encuentros y diversas actividades que promueva la institución así como a otras asociaciones o entidades del barrio “al que también estará abierto”, según las mismas fuentes. Se trata, por tanto, de un “lugar de encuentro y sensibilización con el que se quiere poner en valor el voluntariado”, han asegurado.
Los locales del bajo de la calle Guardia Civil acogieron durante varios años la comunidad parroquial de Nuestra Señora del Milagro, erigida en 1969, y que quedó unida en 2007 a la de San Maximiliano Kolbe, ubicaba también en una planta baja del mismo barrio. Ambas comunidades formaron una sola parroquia de nueva construcción, ubicada en la calle Doctor Vicente Zaragozá, 91, de Benimaclet.
VLC Noticias | Redacción. Fotos: V. Gutiérrez / AVAN
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.