Que el Valencia CF está teniendo problemas para fichar este verano, no es ningún secreto. Si alguna palabra está caracterizando a todas y cada una de las gestiones valencianistas en busca de refuerzos es “esperar”. Esperar a ver si el nuevo grupo de personas que gobierna los designios blanquinegros es capaz de soltar lastre por importe de 18 ‘kilos’ sin resentir, por ello, la columna vertebral del equipo.
Y ahí está el problema. El único que tiene salida fácil es Soldado, precisamente el jugador alrededor del cual quiere montar su equipo Miroslav Djukic -y así se lo ha dicho ya el serbio al valenciano-. Hasta 20 millones -qué casualidad, lo que hace falta y un poco más- es lo que estaría dispuesto a soltar cierto club de la ‘Pérfida Albión’ por el ahora emblema valencianista -tras la salida de David Albelda-. Y no digamos nada del Atlético de Madrid, que vuelve la vista hacia el valenciano tras fallarle el objetivo Negredo.
“Espera” es lo que se le dijo al hasta ahora mallorquinista -y ex perla culé-Giovanni Dos Santos, y tanto esperar, tanto esperar, no ha debido ser muy positivo para los intereses valencianistas. Primero salió la otra joya bermellona, Pina, con destino a Villarreal. Y dicho y hecho, a los dos días, con su compañero y buen amigo allí, el Villarreal se ha apresurado a anunciar que el acuerdo con el Mallorca es total. Eso sí, falta el ‘sí’ del mexicano… A soñar con que su amistad con Guardado pueda ser decisiva.
El otro ‘portazo’ al Valencia ha venido precisamente desde Inglaterra, uno de los posibles destinos de Soldado si el club no logra hacer caja con los Rami, Gago y compañía. Y también tiene como protagonista a un ex canterano culé. El Chelsea le ha dicho al Valencia que o suelta un millón de euros, o lo de la cesión de Oriol Romeu tendrá que ser sólo un sueño. Y no nos engañemos, eso se ‘soltar un kilito’ le ha sentado a Salvo y compañía como un tiro.
No se recuerda un verano con tan pocas noticias y, si bien es cierto aquello de que la crisis es lo que tiene, también lo es que el ambiente está raro en Mestalla. Ni sí ni no, ni todo lo contrario. La incertidumbre no es buena para casi nada, y ésa es la sensación dominante que el Valencia CF traslada a su masa social. Y no hemos hablado del nuevo Mestalla…
VLC Ciudad / Javier Furió