Anthony Blake vuelve a Valencia con su espectáculo más personal e íntimo: ‘Más allá de la imaginación’. Desde este miércoles, 11 de diciembre, y hasta el próximo 15, el escenario del Teatre Flumen acoge el nuevo reto que el mago y mentalista ha diseñado para sorprender a sus seguidores y para aquellos espectadores que aún no han visto sus poderes en acción.
Con casi 30 años de carrera, Anthony Blake es un mago muy especial, un mentalista único, un artista de la improvisación que sorprende por sus propuestas, un artista que combina el humor con el misterio para descubrir cosas de nosotros que, a veces, ni nosotros mismos sabemos.
El Péndulo de VLCNoticias charló con Blake horas antes de estrenar su espectáculo en Valencia. Así, no solo descubrimos las novedades de su nuevo show sino que comprobamos que retorna a sus raíces de proximidad con el público, que el jazz fue un buen motivo de inspiración para el espectáculo y que al IVA no hay fórmula mágica para erradicarlo. De rigoroso negro, amplia sonrisa y ganas de charlar, Blake nos mostró lo que hay en su mente.
No soy actor, soy actor de un único personaje: Anthony Blake.
El Péndulo: En este nuevo espectáculo recuperas algunos de tus números anteriores y repasas aquellos temas que llevas años sin visitar, ¿es una puesta al día de tus trabajos más conocidos?
Anthony Blake: Veamos. Hace cosa de seis meses estuve revisando todo lo que tengo archivado a lo largo de toda mi carrera como mentalista. Tú piensa que, cada año, lo normal es que haya un promedio entre ochenta y cien números nuevos y…, muchas veces los nuevos van apartando a los anteriores y me paso eso que ocurre cuando tienes muchas camisas y dejas otras y un día ves la camisa y dices ‘¡mira, camisa nueva!, ¿y cómo es que no vi esa camisa antes con lo chula que es?’… Y me pasó un poco eso, me encontré con números que yo había inventado hace quince o veinte años y al pararme y mirarlos despacio me digo ‘lo que yo sabía hacer hace veinte años’ (y ahora sé mucho más gracias a Dios) ‘con lo que sé ahora cojo muchos de esos números y les doy un buen revolcón ese número va a multiplicarse y a crecer de una manera espléndida’. La primera idea fue y es ésa. Me dije que tengo que renovar y tengo que refrescar. Me preguntaba, ¿cómo lo hago?, ¿cómo lo hago?, y… Mira, soy un enamorado del jazz, me gusta desde Miles Davis hasta Glenn Miller, y estaba escuchando algo de jazz y me dije ‘esto es una composición musical’ y así, sumando como instrumentos y uniendo sonidos como si fueran amigos músicos, me planteé hacer algo parecido. Quiero decir, ¿por qué no marco una melodía inicial, de diez minutos, y a partir de ahí y dependiendo por donde el público se mueva elaborar una propuesta? Y así fue. Por un lado me da una libertad que no tenía con el espectáculo anterior y por otro, me acerca a un espectáculo más intimista, de mucha más proximidad. Te confieso que en las últimas representaciones del espectáculo anterior me aburría, no por el show sino por el personaje que tenía que interpretar. Me veo a mí mismo que, cuando llego a un determinado número de representaciones, tengo que esforzarme, desde el punto de vista interpretativo, mucho más. No soy actor, soy actor de un único personaje: Anthony Blake. Por eso, si hago un ejercicio de improvisación, dentro de un espectáculo que tiene una estructura, el abanico de posibilidades es muy ancho amplio, en donde puedo cambiar el cincuenta por ciento del repertorio y puedo introducir los elementos que me gustan…, entonces soy un hombre feliz. Así nació y así verán los espectadores ‘Más allá de la imaginación’. De alguna manera, el público marcará por dónde irá el espectáculo.
He redescubierto que las pausas y los silencios tienen un punto dramático magnífico (…) muchas veces un silencio tiene mucha más fuerza que todas las palabras que puedas decir.
E.P.: Entonces, el espectáculo recupera la parte más primigenia, más iniciática de tus trabajos, ¿verdad? La parte más próxima con el espectador.
A.B.: Totalmente. Es la parte fundamental del espectáculo. El otro día tuve un problema de voz y como consecuencia de ello el espectáculo empezó sin voz. Lo nunca visto, un principio de show de mentalismo donde el cien por cien es hablar, yo estaba mudo. Al tener que hablar poco, muy poco, muy poco, tuve que prolongar las pausas y los silencios y… ¡Amigo mío! He redescubierto que las pausas y los silencios tienen un punto dramático magnífico. Gracias a esto me vuelto a reencontrar, un poco, conmigo dentro de esta historia. Yo pertenezco a una asociación de mentalistas de Estados Unidos llamada TEA (Science Entertainment Association), teóricamente es el club más selecto del mundo de mentalistas, somos 285 en todo el mundo, el número está cerrado, hasta que no se muere uno no entra otro y… Yo voy todos los años a la reunión que se realiza y… ¡Los americanos hablan y hablan y hablan! Son ametralladoras sobre el escenario y me dije ‘¡espera, espera! Te estás dejando absorber por un estilo que no es el tuyo’. Reconozco que me ha funcionado muy bien a lo largo de todos estos años y que tengo muchos más argumentos ahora he mejorado las habilidades lingüísticas y de comunicación pero…, muchas veces un silencio tiene mucha más fuerza que todas las palabras que puedas decir.
E.P.: No solo recuperas números sino un espectáculo más desnudo y más a tu gusto.
A.B.: Sin lugar a dudas. Digamos que sería recuperar el espíritu inicial con el que yo empecé a hacer magia y mentalismo. Todos mis inicios fueron en pequeños espacios: la sala Galileo Galilei, el Berlín Cabaret…, y entonces había que ser mucho más rápido, muy fuerte, muy en contacto con la gente. En estos momentos estoy encantado de hacer este espectáculo porque gracia a él estoy recuperando a un Blake que lo tenía un poco adormecido.
E.P.: Hay que reconocer que tienes un público muy fiel y que sigue tus espectáculos.
A.B.: Sí, sí, es verdad, tengo un público muy fiel y además con un target muy interesante porque el target más grande mío es un espectador entre los 18 y 45 años y luego tengo…, a mis clásicos, que son los que me vieron en el ‘Un, dos, tres’, y que todavía siguen mis actuaciones y mis shows.
Toda esta nueva creación ha sido posible gracias a esa recuperación de una parte del personaje. Es decir, conceptos que yo tenía aparcados y que no los había probado nunca…
E.P.: Pero en tus espectáculos siempre hay alguna sorpresa, supongo que es éste también lo habrá.
A.B.: Lo hay, claro que sí. Hay una lectura de un libro imaginario, en donde el espectador lee en ese libro imaginario y lee palabras y…, cuando yo le pregunto por una de las palabras el espectador me dice la palabra y esa palabra aparece escrita en un bloc que ya tengo escrito. Pero, toda esta nueva creación ha sido posible gracias a esa recuperación de una parte del personaje. Es decir, conceptos que yo tenía aparcados y que no los había probado nunca, pero que estaban perfectamente teorizados y en el momento que Blake recupera ese pulso que tenía, me dije: ‘es el momento’. Y esa novedad, esa sorpresa, siempre va a estar. Siempre va a haber, en cada espectáculo, uno, dos o tres números absolutamente nuevos pero de la manera inicial que yo quería hacer con ellos.
E.P.: ¿Existe alguna fórmula mágica o mental para que la cultura se desprenda de un IVA del 21%?
A.B.: Eso me tiene amargado. Te juro que me tiene amargado. El otro día estábamos en Alicante con 600 personas en el teatro. 120 desaparecen por el IVA. Sabes lo difícil que es meter 120 personas en un teatro, ¿verdad? Estoy en un teatrito de Madrid, en el Quevedo, que tiene 150 butacas. Estamos hablando de 35 entradas que, directamente, se las lleva Hacienda. Siempre se habla de cultura, ocio, entretenimiento… Cultura entiendo que es teatro, cine, música, literatura… Ocio, entiendo que es fútbol y toros… Pues bien, el fútbol y los toros tienen un 10 por ciento de IVA. A lo mejor este dato que te voy a dar no lo conoces. Tú vas al kiosko a comprar una revista pornográfica y esa revista tiene el 4 por ciento de IVA, ¿lo sabías?
En Francia la cultura tiene un 6% de IVA, el fútbol un 7’5%; en Inglaterra los libros no tiene IVA… ¡Por favor! ¿Queremos un pueblo de ignorantes?
E.P.: No, no lo sabía.
A.B.: Pues, saca tus propias conclusiones. Me parece obsceno, y no ya por la revista, que tengamos un IVA del 21%. Es como si los artistas viviéramos del aire. Han hecho el experimento del poner los cines a 3 euros y se han llenado. No es que la gente no tenga pasta, es que la gente lo que no puede pagar es el incremento. Un IVA al 21% hace desaparecer el teatro. En Francia la cultura tiene un 6% de IVA, el fútbol un 7’5%; en Inglaterra los libros no tiene IVA… ¡Por favor! ¿Queremos un pueblo de ignorantes? ¡Claro, tengamos a un pueblo en la ignorancia y entonces lo podremos mover a nuestro antojo! Yo sigo pensando que la única manera de salvarlo es entre nosotros.
E.P.: ¿Buscar nuevas fórmulas?
A.B.: Sí, buscar alternativas. Buscar fórmulas que faciliten a los espectadores y a los artistas seguir relacionados. Mira, tú vas a la tienda del Real Madrid una camiseta de los jugadores, pagas el 21%, pero si vas a la tienda el día del partido pagas el 10%. No sé, ¿vamos a volvernos locos? Ahora es el 10, después el 21, mañana el 7…, y en los presupuestos de este año no hay un solo cambio.
Cuando le digo a la gente ‘¡venir a ver el espectáculo!’ y me preguntan por qué, les dijo ‘porque durante un buen rato no te voy a dejar pensar en otra cosa’.
E.P.: Pero es que hay espectadores y hay ganas de ir al cine y al teatro y de leer libros…
A.B.: ¡Pero, por Dios! ¡La gente necesita un destaponador! Necesitamos un sacacorchos que nos quite el malestar. La gente necesita unos instantes de ilusión. Cuando le digo a la gente ‘¡venir a ver el espectáculo!’ y me preguntan por qué, les dijo ‘porque durante un buen rato no te voy a dejar pensar en otra cosa’. Es necesario para la salud y para la salud mental de las personas el disfrutar, el distraerse, el pasar un momento de diversión y de entretenimiento.
E.P.: Anthony Blake, bienvenido una vez más a Valencia y mil gracias por atender a nuestro medio.
A.B.: Gracias a vosotros y solo espero que la gente disfrute y encuentre en el espectáculo lo que desea: una propuesta pensada y creada para ellos.
El Péndulo de VLC Noticias | Jimmy Entraigües | Javier Furió (fotos)