La Asociación Unificada de Guardias Civiles –AUGC– organización mayoritaria y decana en la Guardia Civil, quiere emitir su mas absoluta condena ante la grave agresión que un grupo de personas del entorno radical abertzale han perpetrado contra dos agentes de la Guardia Civil, un teniente y un sargento, los cuales se encontraban con sus respectivas parejas sentimentales, disfrutando de su tiempo de ocio en la localidad de Alsasua (Navarra) la pasada madrugada.
A consecuencia de la agresión, tanto los agentes como sus parejas, resultaron heridos de diversa consideración, siendo el teniente quien ha resultado herido de mayor gravedad, y aunque no se teme por su vida ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente por fractura de un tobillo. Desde AUGC nos solidarizamos con los heridos y con sus familiares, ofreciéndoles toda la ayuda que puedan necesitar.
El ejercicio de violencia sucedido anoche en Alsasua, desgraciadamente no es casual. Son constantes los actos vandálicos y de hostilidad ejercidos por el entorno abertzale contra los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Desde hace años llevan soportando, en dicha localidad, insultos, amenazas, mofas, o pintadas contra la Guardia Civil.
Todo esto forma parte de una estrategia para que las Fuerzas de Seguridad del Estado no tengan presencia en Navarra, y no hacen sino alentar el odio y la hostilidad que además con hechos como el sucedido ayer, dejan muy claro hasta qué punto son capaces ejercer actos contra sus miembros.
Finalmente, exigimos la firme condena de estos hechos por parte del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Alsasua, además de la actuación con toda la firmeza que el estado de derecho permita para poner a disposición judicial a los agresores. Igualmente solicitamos que se dispongan los medios necesarios para luchar contra los que quieren acabar con la paz y la seguridad, recordando tiempos que nadie quiere se vuelvan a repetir.
Con más de 30.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).