El tráfico en la avenida Pérez Galdós de Valencia provocó un atasco de dos horas. La situación ha generado un creciente malestar entre los vecinos, lo que ha llevado a seis entidades vecinales a convocar una concentración el próximo sábado. Su objetivo es exigir al ayuntamiento la eliminación del túnel de dicha avenida, al que califican de “insalubre”, “peligroso” y “obsoleto”, alegando que impide la interacción vecinal y comercial entre los barrios adyacentes.
Las organizaciones que promueven esta iniciativa —el Colectivo Fuera Túnel y las asociaciones vecinales de La Petxina, Patraix, La Raïosa, Abastos-Finca Roja y La Roqueta— han expresado que de no removerse el túnel en la reurbanización planificada, se corre el riesgo de perder financiamiento europeo y de no resolver los problemas de ruido y contaminación que sufren los vecinos de la zona.
La concentración está programada para las 11:00 horas en la salida del túnel que conecta con la calle Cuenca. “Nuestra salud física y mental, la seguridad vial, la calidad de vida, la comunicación entre barrios y el comercio local están en juego”, subrayan los colectivos. Insisten en que “los niveles de contaminación y ruido a los que se enfrentan quienes residen o trabajan en la avenida Pérez Galdós-Giorgeta superan los límites aptos para la salud establecidos por la Organización Mundial de la Salud”.
Los representantes vecinales aseguran que esto es consecuencia, principalmente, de la gran cantidad de vehículos motorizados que transitan por la vía, que registra hasta 72,000 vehículos diarios en solo 30 metros de ancho. Los problemas derivados de esta situación impactan en la salud, la seguridad, el entorno urbano, las zonas verdes, la movilidad y la accesibilidad, según las asociaciones.
El colectivo resalta que en 2022 se logró, mediante presión vecinal, que el anterior gobierno, compuesto por Compromís y PSPV, ejecutara una mejora temporal que redujo el tráfico, amplió aceras y promovió el uso de bicicletas. Además, ganaron un concurso de ideas con el proyecto “Arrels”, que planteaba la eliminación del túnel y la creación de una avenida más amigable, proyecto que obtuvo financiamiento de la Unión Europea.
Sin embargo, las organizaciones ahora critican que las autoridades actuales han optado por un nuevo proyecto que preserva el túnel, justificándose por el elevado coste y la duración del proceso requerido para eliminarlo. Aseguran que el proyecto ganador previa una demolición del túnel más rápida y económica que su eventual cubrimiento.
“Queremos abrir las ventanas sin el estruendo de los vehículos, pasear sin restricciones, respirar aire limpio y disfrutar de espacios verdes y arbolados”, reclaman los vecinos. Afirman que nada de esto se logrará mientras el túnel de Pérez Galdós y Giorgeta siga existiendo, y recalcan que la renovación integral de la avenida y la eliminación de esta barrera es esencial para toda la ciudad de Valencia.