La madrileña Carla Montero pasó por Valencia para promocionar su última novela, ‘La piel dorada’ (Plaza& Janés, 2014). Autora de novelas de éxito como ‘La tabla esmeralda’, Montero ha decidido adentrarse en el mundo de las modelos de arte situando su acción en la Viena imperial donde un criminal busca, en las jóvenes que posan para los artistas, sus víctimas preferidas.
El Péndulo de VLCNoticias habló con Carla Montero para descubrir cómo nació su nuevo trabajo y su interés por el mundo de las desconocidas modelos que hoy solo contemplamos en las obras de grandes artistas.
El Péndulo: ‘La piel dorada’ nos sitúa en la Viena imperial de principios del siglo XX sobre la atmósfera de un thriller, ¿deseabas construir una ficción histórica a modo de thriller?
Carla Montero: Sí, pero no quiero que la gente o los lectores se lleve a engaño. No es una ‘novela negra’ y, de hecho, en la presentación lo anuncio un poco. El propio inspector de la Policía Imperial dice, al inicio, ‘no voy a hablar de crímenes, voy a hablar de una mujer’. Realmente el formato de thriller es un subtrama. Para mí tiene dos funciones: una es ir vertebrando la historia principal y por otro lado me permite incluir en la novela un escenario distinto bastante desconocido por los lectores. Es decir, referirme a la Viena criminal. Una novela necesita tener un equilibrio ente su fusión de géneros y entre sus elementos de ficción e historia.
E.P.: La obra empieza con la voz del detective presentándose y anunciando que relatará unos hechos y la historia de una mujer pero…, a continuación pasas a la tercera persona en el relato, ¿querías desvincular al detective y al lector de un punto de vista más próximo?
C.M.: Sí, exactamente, quería tomar un poco de distancia respecto al personaje. Hay dos motivos, hay un salto temporal más adelante en el que retomo la primera persona porque él, en un tono más nostálgico nos va relatando una serie de acontecimientos. Quería jugar con dos voces. El momento presente que está narrado en tercera persona y luego, en un futuro donde encontramos de nuevo al inspector, quería un tono más intimista, más nostálgico y más de cercanía con los lectores.
E.P.: En la novela tenemos un asesino que mata modelos. ¿Cómo es que te llamó la atención la figura de las modelos de arte?, ¿te interesa la historia del arte?, ¿te llamaba la atención el mundo de las jóvenes que posaban para los artistas?
C.M.: Yo diría que la figura me ha encontrado a mi más que yo a ella. Me gusta mucho el arte, es una cuestión personal no he estudiado nada referente a la historia del arte pero soy una apasionada del mundo del arte. Me gusta ir a pasear al Museo del Prado y perderme por sus pasillos. Intento sorprenderme con lo que encuentro. En cierta ocasión estaba mirando un cuadro, que no era de la colección permanente del museo y…
E.P.: … Perdón, ¿cuál era el cuadro?
C.M.: …, Ehh… Sí, ‘La acróbata sobre la bola’, de Picasso. Podría haber sido cualquiera pero, curiosamente, delante de ése cuadro me puse a mirar a la niña sobre la bola y pensé ‘¿de dónde la conocía Picasso?, ¿por qué decide posar para él?, ¿llegó a desnudarse para él?… No sé, me surgieron una serie de preguntas que comencé a ampliar a la figura de la modelo en general y… Es curioso como estas mujeres, que normalmente son anónimas, pasan desapercibidas y creo que ellas han puesto su granito de arena en la obra y en el arte. No sería lo mismo ‘La Gioconda’ con otra cara, probablemente… ¡O sí! No lo sabemos. Habría que preguntarse estas cosas, ‘¿qué haría Leonardo con otra modelo?, ¿hubiera realizado la misma obra?’… La verdad es que hay muchas preguntas para hacerse respecto a las modelos. Yo me di cuenta que detrás de ellas hay unas bonitas historias y al mismo tiempo que descubro sus vidas, intento responderme a las preguntas que me hago.
E.P.: Hay un personaje en la obra interesante. Se trata de una condesa que abre su propia academia y hace que sus alumnos y alumnas aprendan la fisonomía con desnudos, algo impensable para la época vienesa ya que las modelos solo posaban para los hombres en las academias, ¿elegiste este personaje a partir de algunos datos de la época?
C.M.: Sí, sí. No olvidemos que es una obra de ficción. No pretendo hacer un tratado histórico sobre la época de las modelos ni sobre la pintura de la Viena imperial. Sí que es verdad que me gusta cuidar los escenarios y que el contexto histórico no sea algo accidental. Me gusta investigar, documentarme…, y luego integrar bien ese contexto en la trama. En el caso de la condesa si recoge a esas primeras mujeres que promovieron la cultura a través de los salones. Todo eso sí que es real. La condesa, como muchas mujeres de su época que era rica y de origen judío, habla de Klimt o de las nuevas corrientes literarias y esas mujeres solían reunir a personalidades de la cultura en sus casas. Digamos que parto de una base real para luego tejer una ficción.
E.P.: Carla, te deseamos muchísimo éxito con tu novela y gracias por atendernos.
C.M.: Muchas gracias. La verdad es que me gustaría venir más veces a Valencia para perderme por sus calles, es una ciudad que me encanta.
El Péndulo de VLCNoticias/Jimmy Entraigües/Fotos-J.E. y cortesía Plaza&Janés.