En la ciudad de valencia existen actualmente importantes edificios históricos y monumentos que forman parte del Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Valencia que tienen restringida la visita del público general. A pesar de su gran valor histórico y artístico, estos bienes culturales no tienen establecido el régimen de visitas que marca la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano 4/1998 y por tanto “permanecen ocultos a los valencianos y a los turistas”, explican desde Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural.
Efectivamente, el Artículo 32, que trata sobre el Régimen de visitas de los BIC, indica que “para hacer posible el adecuado conocimiento y difusión pública de los bienes del patrimonio cultural valenciano, los propietarios y poseedores por cualquier título de bienes inmuebles declarados de interés cultural deberán facilitar la visita pública de éstos, al menos, durante cuatro días al mes, en días y horario predeterminados, que se harán públicos con la información adecuada tanto en los medios de comunicación como en centros de información turística y cultural”.
Desde diciembre de 2013 el Síndic de Greuges cuenta con diversos escritos y peticiones dirigidas por Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural a fin de que tome parte e inste a que los palacios y demás edificios catalogados como BIC sean accesibles al público como mínimo cuatro días al mes, tal como marca la Ley. La asociación recurrió a esta medida un año después de reclamar a la Conselleria de Cultura que pusiera solución a esta invisibilidad de los monumentos para los valencianos y turistas. En definitiva, lo que vienen pidiendo desde hace tiempo es “que se cumpla la Ley”. Echamos en falta una “verdadera política de difusión y promoción del Patrimonio Cultural valenciano”, lamentan.
Valencia tiene palacios góticos de gran valor histórico artístico, reflejo del poderío económico y social de la nobleza valenciana del siglo XV y XVI. Pero algunos de los más importantes por su interés arquitectónico no se pueden visitar, se queja Esteban Longares, vicepresidente de dicha entidad. “Ni tan siquiera te dejan acceder al zaguán de entrada y al patio central”. Se trata de palacios como el de los Català de Valeriola, el Palacio de los Almirante de Aragón o el Palacio de los Escrivá. También el Palacio d´En Bou, aunque no sea BIC. “Valencia tiene un enorme potencial y recursos turísticos envidiables pero se dejan de lado debido a una gestión desacertada por parte de las administraciones públicas y la falta de interés hacia los cuestiones culturales”, añade. Situados en los entornos más céntricos y visitados, su apertura posibilitaría a la ciudadanía “conocer mejor el patrimonio de nuestra ciudad y además potenciaría el turismo cultural”, asegura.
Se da la “paradoja” de que la mayoría de estos palacios son propiedad de la propia administración valenciana, siendo sedes de consellerias y otras dependencias. Hace un mes, el director gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, Felipe Garín, explicó que estaban trabajando con la Conselleria de Hacienda para que, puntualmente, se puedan abrir al público algunas estancias del Palacio del Almirante, sede de la conselleria, situado en la calle Palau. Desde Círculo por la Defensa del Patrimonio explican que “a día de hoy no sabemos nada al respecto, pero pensamos que se tiene que trabajar en este sentido, es decir, como mínimo abrir a las visitas el zaguán de entrada a los palacios y el patio los fines de semana, y si se pueden visitar el resto de dependencias mejor”. En el caso de que sean de titularidad privada, como el Palacio de los Escrivá, del siglo XV, la Ley contempla que “el régimen de visitas que se establezca deberá garantizar debidamente el respeto al derecho a la intimidad personal y familiar”, por lo que al menos piden que se pueda acceder al patio, ya que estos espacios constituyen la parte más interesante arquitectónicamente hablando por su estilo gótico. Respecto a este palacio, “lo único que sabemos es que desde la Dirección General de Cultura se han puesto en contacto con los propietarios para tratar el asunto”, señalan desde el citado colectivo.
También existen valiosos monasterios medievales que no se pueden visitar o que acceder a ellos resulta complicado. El Monasterio de la Trinidad, por ejemplo, abrió durante un tiempo a las visitas guiadas con un gran éxito y afluencia de la ciudadanía. Esta iniciativa fue aplaudida por todas las instituciones, pero el Arzobispado de Valencia lo cerró poco tiempo después. Por otra parte, la Iglesia y el Convento de Santo Domingo, uno de los conjuntos góticos más importantes de la ciudad, sólo se puede visitar algunos días entre semana previa cita telefónica, al no disponer de unos días y unos horarios predeterminados y regulados, tal y como marca la ley. Sin embargo, no se puede acceder durante los fines de semana, precisamente cuando la gente puede disfrutar más de la oferta cultural de su ciudad y acuden más turistas.
Además de los BIC anteriormente mencionados, existen otros en circunstancias semejantes, tales como el Palacete del Jardín de Ayora; el Monasterio del Temple; el Palacio del Marqués de Huarte o de Peñalba; el Palacio de Justicia; el Teatro Principal; la Iglesia de las Escuelas Pías o la Capilla del Antiguo Colegio de San Pablo en el Instituto Luis Vives, cuyos días y horarios de apertura al público o bien no están regulados o bien no se han hecho públicos con la información adecuada tanto en los medios de comunicación como en centros de información turística y cultural.
VLC Noticias | Redacción. Fotos: Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural