Compromís ha anunciado este sábado que ha pedido la comparecencia en el Congreso de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, “para que explique si cerrará la Central Nuclear de Cofrentes (Valencia) en 2021”.
La coalición valenciana, en un comunicado, ha lamentado además que se dé “luz verde al vertedero de residuos nucleares a pesar de haber un acuerdo de Les Corts Valencianes de 2017 con el objetivo de cerrar la instalación”.
El portavoz de Compromís e el Congreso, Joan Baldoví, ha afirmado que el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, “se llena la boca hablando de transición ecológica y energías renovables mientras alarga la vida de la Central nuclear de Cofrentes por la puerta de atrás”. “No quitamos a Rajoy del poder para mantener y perpetuar la política energética del Partido Popular”, ha criticado.
Así, el portavoz ha explicado que Compromís ha pedido la comparecencia de la responsable de Transición Ecológica “para que aclare a qué se debe el cambio de posición del PSOE respecto a la energía nuclear, puesto que cuando fue nombrada ministra se comprometió a no alargar la vida útil de las centrales para cerrar el parque nuclear estatal en 2028”.
En la misma línea, el portavoz adjunto de Compromís en Les Corts, Juan Ponce, ha manifestado el “malestar y la preocupación” de la formación después de “conocer con detalles la autorización para la construcción del Almacén Temporal Individualizado (ATI) en Cofrentes, y también porque el cierre de la central nuclear valenciana en 2021 parece un imposible a pesar de haber un acuerdo de las Corts Valencianes de 2017 con ese objetivo”.
“El pueblo valenciano tiene que saber por qué es ignorado por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, al dar luz verde a la construcción del vertedero de residuos nucleares (ATI), cuando es innecesario pues la central tiene capacidad para almacenar los residuos que genere hasta finalizar la autorización de funcionamiento, en marzo de 2021”, ha reivindicado, antes de exigir a la ministra saber “si tiene previsto dar una nueva autorización en 2021” a la central nuclear.
SOLUCIÓN “SEGURA Y DEFINITIVA”
Ponce ha puntualizado que la autorización para la construcción del ATI “supone priorizar en la continuidad de las políticas del gobierno del PP y alejarse de las propias convicciones de la ministra pero también del mandato del parlamento valenciano”.
Para el portavoz en Les Corts, la construcción del ATI “evidencia el fracaso de la política de gestión de los residuos generados por las centrales nucleares”, al tiempo que “recuerda que la industria nuclear carece de una solución segura y definitiva para el problema de la generación y custodia de residuos tan peligrosos como los generados por las centrales nucleares, problema que se traslada a las generaciones futuras”.
El diputado autonómico ha explicado que el vertedero de residuos nucleares “estará a la intemperie” y estará ubicado “a poco más de un kilómetro del centro urbano de Cofrentes y a unos 200 metros del río Júcar, que suministra a una gran parte de la provincia de València”.
Además, según Ponce, “visto el proyecto y el estudio de impacto ambiental y la gran cantidad de condicionantes y nuevas actuaciones que impone el Ministerio de Transición Ecológica a la construcción de este almacén, está hecho con muchos riesgos para la población y el medio ambiente, sin tener garantizada su inocuidad”.
“La central nuclear de Cofrentes tiene autorización de funcionamiento hasta marzo de 2021, cuando habrá llegado a los 37 años de funcionamiento, superando así en más de 10 años el cierre recomendado por la Agencia Europea de la Energía para las nucleares europeas”, ha aseverado.
“EVIDENTE DETERIORO DE LA CENTRAL”
En este sentido, ha explicado que “hay que recordar que durante los últimos años Cofrentes ha acumulado numerosas incidencias que reflejan el evidente deterioro de la central”. Como ejemplo, Ponce ha denunciado que “solo en 2017 tuvo nueve incidencias, el número más grande de todas las centrales españolas siendo una de Nivel 1 por rotura de una válvula y pérdida de fragmentos que tardaron 40 días en recuperarse”.
Finalmente, ha destacado que “resulta significativo que entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 la central estuvo 96 días en parada sin que se viera afectado el suministro, estando parada 58 días por tres intervenciones urgentes y no previstas