El reciente descubrimiento de un manuscrito de 1.600 años de antigüedad ha llamado la atención de muchos medios, generando titulares como “Un nuevo descubrimiento podría ofrecer algunas pistas sobre la infancia de Jesús” y “Un texto secreto de la Biblia lo cambia todo”. Sin embargo, los académicos responsables del hallazgo, Lajos Berkes y Gabriel Nocchi Macedo, han tratado de moderar las expectativas. Según Berkes, este manuscrito no altera el conocimiento existente sobre los evangelios y Jesús.
El Descubrimiento
El manuscrito encontrado es la copia más antigua conocida del llamado Evangelio de la infancia de Tomás, un texto apócrifo que no es reconocido por la Iglesia Católica y que nunca fue incluido en el Nuevo Testamento. Este evangelio describe episodios de la infancia de Jesús que no se encuentran en los textos canónicos, presentando a un joven Jesús con comportamientos sorprendentes, como dar vida a figuras de arcilla y mostrar arrebatos de ira.
Contenido del Manuscrito
En el fragmento descubierto, Jesús, a la edad de cinco años, moldea figuras de pájaros con arcilla y luego les da vida con un aplauso, sorprendiendo a todos. Este relato es parte de una narrativa más amplia que incluye episodios donde Jesús muestra su poder de maneras que hoy pueden parecer chocantes, como maldecir a otros niños, dejándolos discapacitados o muertos, y castigar severamente a quienes lo reprenden.
Importancia del Hallazgo
Aunque este texto no es nuevo para los eruditos, la importancia del descubrimiento radica en su antigüedad. El fragmento encontrado por Berkes y Macedo data de entre los siglos IV y V, lo que lo convierte en el manuscrito más antiguo conocido de este evangelio. Esto puede ofrecer nuevas perspectivas sobre cómo ciertas palabras y frases han evolucionado a lo largo de los siglos de transcripción.
Autenticidad y Contexto
El manuscrito fue encontrado en la colección de papiros de la Biblioteca Universitaria Estatal Carl von Ossietzky de Hamburgo, adquirida a principios del siglo XX. Esta colección contiene más de 1.000 piezas, de las cuales solo un tercio está catalogado y disponible en formato digital. Los investigadores utilizaron bases de datos en línea para identificar el fragmento, confirmando su autenticidad mediante comparaciones con otros textos griegos antiguos.
Conclusión
Este hallazgo no cambia las concepciones establecidas sobre Jesús y los evangelios, pero sí aporta un valioso contexto histórico y lingüístico. Los investigadores planean una revisión completa del manuscrito y una nueva traducción, que podría ofrecer una comprensión más profunda del valor estilístico del texto griego original. Berkes y Macedo esperan que su trabajo inspire a otros a explorar las vastas colecciones de fragmentos antiguos en busca de descubrimientos similares.