Diecinueve imágenes se encuentran en casas particulares o locales, los menos, de los barrios de los Poblados Marítimos para estar expuestas y convertirse en los lugares de peregrinación cofrade, de turistas y de curiosos que acudirán a la Valencia Marinera a contemplar la expresión plástica de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.
Las cofradías y hermandades que las tienen bajo su advocación las han trasladado en magnos cortejos procesionales hasta esos nuevos espacios convertidos en pequeñas pero grandes capillas.
De ellos destaca por su particularidad la casa donde están el Cristo del Salvador y el del Perdón, los dos del Cabanyal, en la calle José Benlliure, 317; el paso de la Crucifixión, en la exposición que se inaugura el Lunes Santo, en el polideportivo del colegio Pureza de María; o los lugares donde están las reliquias, la de la Vera Cruz, en la calle Escalante, 344; la de la Columna, en la calle Tramoyeres, 49, o la del Santo Cáliz, en la calle Vicente Brull 93.
Y todo, sin dejar de lado al patrón del Canyamelar, el Cristo de los Afligidos, en la calle José Benlliure 74 u otra de honda devoción, el Jesús de Medinaeli, en la calle Ernesto Anastasio, 65, a escasos metros del Mercado del Cabanyal.
Estos primeros compases de la semana serán poco transitadas pero conformen avance la semana y más el Jueves Santo un río humano de gentes irán y vendrán de esos espacios donde la devoción es aún más sentida.
VLC Ciudad les hace llegar las direcciones y lugares y el plano de situación donde además pueden contemplar los itinerarios de los actos colectivos del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección. No dejen de seguirnos estos días con el hastag #ssantavlc13 y denle proyección con el #ssanta13
VLC Ciudad/Redacción
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.