El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha exhortado hoy a los cristianos a ofrecer a los jóvenes la “fortaleza que se inclina siempre por el bien, también en las situaciones más difíciles, siguiendo el ejemplo de San Vicente Mártir”.
Durante la solemne misa que ha presidido en la Catedral de Valencia, en la fiesta de San Vicente Mártir, patrón de la capital valenciana y de la archidiócesisvalentina, el prelado ha asegurado que “las circunstancias concretas que estamos viviendo en nuestra sociedad y nuestro mundo hacen necesario que presentamos a los jóvenes ideales fuertes, audaces, con una capacidad de entregar la vida por algo importante, como nos muestra también el Evangelio”.
Después de recordar cómo San Vicente Mártir “vivía en aquellos comienzos del siglo IV unas circunstancia tremendamente difíciles para ser cristiano, con una persecución terrible y un edicto imperial que pedía que las iglesias no sólo fueran cerradas sino arrasadas”, el arzobispo de Valencia ha asegurado que “una sociedad que aparta a Dios de la vida, de su historia personal y colectiva, no tiene futuro”.
Sin embargo, el testimonio del patrón de Valencia demuestra que “la vida merece la pena vivirse cuando se entrega y se da por amor”, ha subrayado monseñor Osoro. Para San Vicente Mártir, “el bien fue Jesucristo, su manera de vivir, su amor, su estilo, su entrega, su servicio a los demás, su fidelidad a Dios”.
Según el titular de la archidiócesis de Valencia, “esta fiesta se presenta como una ocasión singular para pedirle al Señor que nos de fortaleza inclinada siempre hacia el bien, que siempre tengamos disposición para la firmeza, y para vivir en la verdad, porque si siempre ha sido necesaria, más aún en este tiempo”.
El prelado ha concluido expresando su admiración por el testimonio de fe del patrón de Valencia. “Cómo sería que, al poco tiempo de morir y dar la vida por los demás, ya se comienza a hablar de él en todas las partes conocidas de entonces; habla de él San Agustín, el papa San León Magno, San Ambrosio, San Isidoro de Sevilla, San Bernardo y en la Europa medieval había ya tres basílicas dedicadas a San Vicente en Italia, en Francia y Dalmacia” , ha precisado monseñor Osoro. “¿Qué joven hubo aquí y qué jóvenes van a existir en nuestra archidiócesis de Valencia?” se ha preguntado luego.
Al término de su homilía el arzobispo de Valencia ha invitado a “hacer memoria de la historia de San Vicente Mártir junto a Jesucristo, para hacer un presente mejor para todos y un futuro que capacite al ser humano para construir una sociedad más justa, más fraterna y más dispuesta a vivir por la verdad”.
En la misa, en la que han concelebrado con el prelado el obispo auxiliar, monseñor Enrique Benavent, y una treintena de sacerdotes de la curia diocesana y del cabildo, han participado la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el presidente de les Corts Valencianes, Juan Cotino, y el vicegrancanciller de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” (UCV), José Tomás Raga, así como el rector, José Alfredo Peris, y personal docente y alumnos del centro.
Igualmente, durante la celebración se ha estrenado la primera misa compuesta en honor a San Vicente Mártir, obra del canónigo prefecto de música sacra de la Catedral, José Climent, por encargo de monseñor Osoro. Ha sido interpretada por la coral catedralicia, el organista Pablo Márquez y un conjunto de cámara de la orquesta del Conservatorio Municipal José Iturbi. La “Misa Tercio Milenio Adveniente”compuesta para cuatro voces, órgano y conjunto de cámara intercala fragmentos polifónicos con versículos de la “Misa Cum Iubilo” gregoriana que pueden ser interpretados durante la celebración.
Asimismo, después de la comunión, la imagen de madera plateada de San Vicente Mártir, obra del escultor valenciano del siglo XVIII José Esteve Bonet, ha sido trasladada en procesión por las calles de Valencia hasta regresar a la Catedral, donde ha concluido la misa.