El Ayuntamiento de València ha rechazado conceder la licencia de obras y la correspondiente licencia ambiental que pedía la propiedad del antiguo hotel Sidi Saler al encontrarse el edificio, ubicado junto a la costa del parque natural de la Devesa-Albufera, «fuera de ordenación sustantiva».
El consistorio, que el pasado verano ya declaró caducada de actividad de este establecimiento al estar «más de diez años cerrado», ha comunicado su decisión a la Demarcación de Costas y abre la posibilidad de un derribo de la edificación, teniendo en cuenta el «espacio protegido» donde está, el contexto de «cambio climático» y la «necesidad» de tomar medidas en favor de la biodiversidad, los espacios naturales y la regeneración y conservación de las playas del sur.
Así lo ha planteado este jueves la concejala de Espacio Público, Lucia Beamud, en la rueda de prensa que ha ofrecido para hablar de esta construcción. La edil ha recordado que en julio del pasado año, la administración local procedió a la «caducidad» de la actividad del hotel, dado que llevaba «mucho tiempo cerrado, más de diez años».
Así, ha explicado que «jurídicamente, cuando una actividad lleva más de dos años sin estar motivada porque está cerrada se debe proceder a su caducidad» y ha señalado que «eso es lo que se hizo: proceder a su caducidad una vez que los titulares legales aportaron la documentación» que certificaba que «realmente eran los propietarios».
«Esa propiedad se demostró y se hizo efectiva la caducidad de la licencia por razones obvias al estar mucho tiempo cerrado», ha comentado, tras lo que ha dicho que a ese trámite se ha sumado el referido a «la solicitud de una nueva licencia de obras y ambiental» presentada por los dueños de la construcción y denegada.
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«Hemos denegado esas dos licencias», ha precisado Beamud, que ha afirmado que hay informes –entre ellos de planeamiento– que avalan esta decisión y ha aseverado que es «necesario cumplir escrupulosamente» con todos y con el ámbito jurídico.
Solo obras de mantenimiento
La responsable municipal ha expuesto que «todos» concluyen que «el edificio del Sidi se encuentra fuera de ordenación sustantiva», una circunstancia que «solo» permite «obras de mera conservación» y «mantenimiento» del inmueble. Ha señalado que «la documentación presentada por los titulares» para pedir la «licencia de obras excede completamente todas esas actuaciones».
Lucía Beamud ha concretado que esto y estar fuera de ordenación sustantiva han llevado a la «denegación» por parte del Ayuntamiento de los permisos pedidos. «Hay distintas leyes que avalan esto», ha agregado, en alusión a la normativa municipal y las normas urbanísticas superiores vigentes. «En todas se dice que en los edificios que se catalogan fuera de ordenación sustantiva solo se puede operar para la conservación y mantenimiento», ha insistido.
La titular de Espacio Público ha aseverado que estas premisas se unen en el mismo sentido «informes de la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental y de Devesa-Albufera», así como el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) de la Albufera. Se contempla, ha añadido, «la suspensión de licencias en tanto puedan alterar la declaración de espacios naturales protegidos», ha añadido.
«Hablamos de un espacio protegido como la Devesa y el parque natural de la Albufera y es necesario mantener esos principios de conservación», ha declarado. «La licencia de obras, por las razones dichas, no se puede otorgar y, por tanto, también decae la ambiental», ha apostillado.
A su vez, Beamud ha manifestado que se tiene «un mandato muy importante» relacionado con la «transición ecológica y la emergencia climática» y ha aludido a los informes que hablan de un retroceso de las playas del sur de València, «también por la ampliación del puerto», ha precisado, así como a las DANAS cada vez más frecuentes que afectan a las playas« y a la »protección” que los cordones dunares ofrecen a estos entornos.
La edil, que ha afirmado que se lleva «mucho tiempo» trabajando en sobre el Sidi Saler, ha explicado que «antes de hacer la resolución firme de denegación de licencia, se ha procedido a un trámite de audiencia y alegaciones de diez días» que ha concluido ya y tras el cual han sido «desestimadas» la enmiendas tras haber sido «totalmente razonadas».
Lucía Beamud ha concretado también que la decisión municipal se ha trasladado a la propiedad del edificio y a la Demarcación de Costas, dado que la construcción está «en un dominio público marítimo-terrestre pertenece al Estado».
Preguntada por si el Ayuntamiento pedirá –a Costas– el derribo del Sidi Saler, la edil no ha confirmado esta opción pero no la ha negado y ha dejado abierta esa posibilidad.
“momento muy embrionario”
«Lo que tenemos ahora es la denegación de las licencias, que ha sido formalmente comunicada a Costas. A partir de ahí hay que ver las distintas comunicaciones –y actuaciones– que se pueden tener. Acabamos de hacer la resolución, se acaba de comunicar y el procedimiento seguirá adelante», ha asegurado.
Al mismo tiempo, ha considerado que se está «en un momento muy embrionario» y «aún al principio de todo». Preguntada por cuál sería la opción preferida por el consistorio, ha aludido de nuevo al «momento de emergencia climática» actual y a «las distintas actuaciones para proteger la Devesa y el parque natural» de la Albufera, «un lugar muy importante por lo que respecta a la biodiversidad y la conservación de espacios naturales».
Igualmente, preguntada por la posibilidad de que el antiguo hotel albergue otros usos, Beamud ha reiterado que «está fuera de ordenación sustantiva» y que eso prevé «solo mantenimiento», por lo que no contempla otro uso.