La palabra “chumino”, que se utiliza de manera vulgar para referirse a los genitales femeninos, tiene un origen curioso que data de los siglos XVII y XVIII en el puerto de Málaga. En esa época, el puerto era un lugar de gran actividad comercial, con muchos barcos ingleses que llegaban para cargar y descargar mercancías.
Las prostitutas de la zona aprovechaban la llegada de los barcos para atraer a los marineros. Según la leyenda, al principio solían levantarse las faldas como saludo para los marineros, pero cuando esta práctica empezó a ser perseguida por las autoridades, las mujeres buscaron formas más discretas de continuar con su trabajo.
Los marineros ingleses, por su parte, acostumbrados a estas bienvenidas, solían gritarles “SHOW ME NOW!”, pidiéndoles que les enseñaran lo que solían mostrar. Con el tiempo, los malagueños, al escuchar repetidamente esta frase, comenzaron a deformarla fonéticamente, interpretando el sonido como “shouminou”. De ahí, la palabra evolucionó hasta “chumino”, que terminó convirtiéndose en un término popular en la región para referirse a esa parte del cuerpo femenino.
Este fenómeno no es único, ya que el intercambio cultural en el puerto malagueño dejó otras palabras curiosas, como “aliquindoi”, que significa estar atento. Esta palabra surge de una mala interpretación del inglés “look and do it”, utilizada por los marineros para dar instrucciones a los estibadores locales.
Así, el contacto entre culturas y el intercambio de palabras dejó su huella en el dialecto andaluz, generando términos que, aunque hoy pueden sonar cómicos o vulgares, tienen una historia fascinante detrás.