La Semana Santa Marinera de 2013 ha concluido aunque, eso sí, tiene su epílogo en estos días con la celebración de los traslados de las imágenes que han estado en casas particulares hasta las iglesias, donde se las venera todo el año, o hasta la Casa Museo ¨Salvador Caurín¨ sita en la calle del Rosario.
Y ha finalizado con el tercero de sus actos colectivos, el Desfile de la Resurrección con gran importante asistencia de público y de público además venido expresamente de distintas localidades valencianas donde estaban alojados como turistas y con gentes llegadas de barrios de la propia ciudad desconocedoras de ésta celebración y hasta en la propia tribuna hubo autoridades en un acto en el que su presencia siempre quedaba minimizada.
Algo, por tanto, se ha ganado. En esa presencia de público, que siempre quieren las cofradías y sus dirigentes, y en el de autoridades, que quieren también cofrades, directivos y la propia junta mayor para ver, de esa forma, recompensado su esfuerzo y dedicación por la ¨fiesta¨ de los Poblados Marítimos y segunda de Valencia, declarada de Interés Turístico Nacional.
La crisis también estuvo presente pero casi no se notó. Lo estuvo en la ayuda de las hermandades a sus cofrades y en una menor actividad en sus locales pero la repercusión fue algo menor.
El desfile se celebró bajo un cielo gris que amenazaba lluvia pero que optó por ser una parte más del escenario colorista del desfile donde los cofrades participaron, las familias ayudaron en llevar los ramos de reserva, los que les dan durante el itinerario y donde los más pequeños cogieron fuerzas de flaqueza para salir en un acto que tiene lugar a paso ordinario y bajo los sones de marchas alegres, de pasodobles u otros, que reemplazaron a las de procesión.
Sayones, pretorianos, granaderos y cofradías y hermandades, esa era el orden de formación distinto al del Santo Entierro y lo cerraba la Santa Hermandad de la Muerte y Resurrección del Señor, como titular de la Resurrección.
Poco a poco fueron pasando los cofrades por las diferentes calles abriendo el cortejo la Caballería de Gala de la Policía Local de Valencia y después empezó la gran fiesta del punto final de ésta gran celebración que transcurrió por esos puntos de degradación urbanística como es la calle Escalante y que quedó borrada en ese momento del paso del cortejo para luego seguir.
Muchos cofrades portaban a sus más pequeños en brazos como llamada de continuidad de una tradición malentendida porque quienes no aman las fiestas y la tradiciones de una ciudad como Valencia ni tampoco por quienes no han nacido en los Poblados Marítimos. A esos niños les enseñan la importancia de la celebración.
Vistosos fueron las cofradías de granaderos con sus uniformes de tinte napoleónico, mucho han cambiado, o esas cofradías numerosas, como el Ecce-Homo o Afligidos. Otras lucharon por salir en tiempos de crisis en el que ayuda y mucho a numerosos componentes a superar estos momentos.
Notable presencia de autoridades en la tribuna
En la Tribuna presencia de lujo para contemplar el paso del cortejo. De la parte eclesiástica el Arzobispo de Valencia y pregonero de 2013, Carlos Osoro; de la Generalitat Valenciana, la consellera de Turismo, María José Catala; el subdelegado del Gobierno, Luis Santamaria; el vicealcade del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau y el edil de Fiestas del consistorio valenciano, Francisco Lledó, y una amplia representación del grupo socialista, con el portavoz Joan Calabuig y la responsable de Fiestas, Pilar Calabuig, ente otros ediles, y distintos representantes de la vida social y civil valenciana.
Año de elecciones en el que la presidenta deja el cargo y se presenta oficiosamente Paco Carles
Y ahora toca el análisis y también elecciones. Begoña Sorolla, que como ella reconoce nunca se ha vestido de penitente pero sí de clavariesa, ha terminado su mandato y a finales de mayo habrá elecciones. Se presenta oficiosamente el cofrade de la Hermandad del Ecce-Homo, Paco Carles, y actual vicepresidente y funcionario del Ayuntamiento de Valencia en el área de Residuos Sólidos. Y afirmamos oficiosamente porque es la persona de la que todo el mundo habla y afirma desde hace varios años. Él de momento nada ha dicho.
Los cofrades tuvieron que sortear las heces de los caballos de la calzada
La nota negativa compusieron ver los más de 4.000 cofrades y músicos, no sé sí se vio en la retrasmisión en directo por Canal 9, fueron las deposiciones de los caballos de la Policía Local que quedaron en la calzada y tuvieron que sortear todos los participantes.
El Ayuntamiento de Valencia olvidaba mandar a varios operarios para retirarlas, y no es la primera vez, y ahora nuevamente podría producirse eso de culparse entre unos y otros que a la imagen de la segunda fiesta de la ciudad nada favorece. Desde las cofradías han apuntado que esperan las pertinentes disculpas públicas desde el consistorio valenciano.
En el otro lado de la moneda. La presencia notoria de efectivos de la Policía Local y la labor de los equipos de limpieza durante todos los días y estos últimos limpiando los tres barrios, en especial el recorrido del desfile, nada más terminar.
VLC Ciudad/Redacción