Medio siglo después, el movimiento racista Ku Klux Klan (KKK) sigue afectando a la política estadounidense. Según un nuevo estudio, la potente actividad de los seguidores racistas, en el sur de EE.UU., explica el ascenso electoral de los republicanos en la zona.
Un grupo de investigadores liderado por Rory McVeigh, profesor de sociología en la Universidad de Norte Dame, comenzó a investigar las razones del porqué el sur de EE.UU., que se había caracterizado tradicionalmente por su fuerte apoyo a los demócratas y por la supremacía de la población blanca, se ha convertido en territorio republicano.
Los sociólogos estudiaron los datos electorales en diez estados del sur desde el auge de la organización racista a mediados de los 60, prestando especial atención a los condados donde se registró mayor actividad por parte del KKK.
Uno de los datos más significativos observados por los especialistas es el incremento medio del 2% de los apoyos a los republicanos entre 1960 y 1972 en los condados con la influencia del KKK respecto a aquellos sin su representación. En el período comprendido entre 1960 y 2000 esta diferencia fue aún mayor, del 3,4%.
“En los 90, al disolverse el KKK, descubrimos que la gente que mantiene actitudes conservadoras hacia la integración [racial] es más proclive a votar por el Partido Republicano. Lo más importante es que esto se observa solo en los condados donde actuaba el Klan”, señaló McVeigh.
McVeigh explicó que el mayor éxito del KKK fue instar a la población a tomar partido decidido contra la discusión y resolución de los problemas raciales de la sociedad.
VLCNoticias|Redacción