Jimmy Entraigües
Periodista y escritor
Director de Valencia Noticias
A lo largo de milenios la humanidad encontró su fantasía en la Luna. Puede que Lucy, por alcanzarla, se irguiera y comenzara a andar. Puede que mil Lucys siguieran el mismo ritual en mil anocheceres. Después llegaron los relatos, los chamanes, los brujos, los sacerdotes, los rapsodas, los músicos, los arquitectos, los pintores…, y cada uno vio en la Luna una señal, un signo, una profecía, un símbolo.
Y llegaron los nautas del espacio. Los héroes encapsulados que desafiaron a dioses y profecías para cumplir el sueño de tocar la Luna y dejar constancia que así ocurrió. El deseo ya no era erguirse para rozarla y tocar el sueño que otros soñaron, el sueño era dejar la huella en su lado más visible. El lado oscuro nadie lo visita.
En 1959, en septiembre, la Unión Soviética envió con éxito la primera nave espacial rumbo a la Luna, el ‘Luna 2’. La nave se posó sobre suelo lunar y tras cumplir sus funciones allí quedó, solitaria y abandonada.
En abril de 1962, los Estados Unidos envía la nave ‘Ranger IV’ que logra alcanzar la Luna pero debido a un fallo su maquinaria no trasmite ningún dato. Sigue allí aunque un poco abollada por el golpe.
En 1966, la Unión Soviética lanza en enero el ‘Luna 9’ realizando el primer alunizaje no tripulado que logra enviar fotos de la superficie lunar. Tras cumplir su cometido, el cacharro sigue depositado en el llamado Oceanus Procellarum.
En mayo de 1966, los norteamericanos celebran su primer alunizaje no tripulado gracias al ‘Surveyor I’ que logra tomar imágenes y muestras para su análisis. El ‘Surveyor I’ sigue igual de reluciente como llegó pero con sus baterías descargadas.
El ‘Lunar Orbiter I’ corrió menos suerte que su anterior compañero. Los Estados Unidos lo lanzan en 1966 y tras tomar fotos de la Luna lo envían, deliberadamente, a que se estrelle contra la Luna. Sus restos están esparcidos por varios sitios.
En septiembre del mismo año, la NASA envía el ‘Surveyor II’ pero tras un fallo de sus motores perdió el rumbo y acabó hecho pedazos en suelo lunar. Todavía nadie ha ido a recoger sus restos.
En diciembre de 1966, la Unión Soviética lanza el ‘Luna XIII’ pero tras tomar fotografías de la Luna deja de funcionar a los pocos días y allí sigue esperando que alguien le ponga baterías nuevas.
Los norteamericanos enviaron en 1967 el ‘Surveyor III’ para tomar fotos y allí quedó para siempre. En 1969 el ‘Apolo 12’ (que alunizó muy cerca de él) recogió la cámara que llevaba el ‘Surveyor III’ pero se olvidó de llevar el resto del aparato. Sigue intacto pero sin cámara de fotos.
En julio de 1967, Estados Unidos envía el ‘Surveyor IV’ pero alga falla y explota, supuestamente, poco antes de alcanzar la superficie lunar. Parece que hay restos de la nave en varios kilómetros de la Luna.
En septiembre de 1967 los norteamericanos envían el ‘Surveyor V’. La misión es un éxito y trasmite imágenes de la Luna. El trasto sigue allí pero sin baterías ni rollo de película para filmar.
Los norteamericanos tenían motivos para alegrarse. En noviembre del 67’, la nave no tripulada ‘Surveyor VI’ aluniza y dispone de capacidad para elevarse y visitar otras zonas de la Luna. Agotados sus recursos la nave quedó inmóvil en algún lugar del satélite.
En enero del 68’ el ‘Surveyor VII’ aluniza y trasmite imágenes y realiza análisis del terrero. Concluida su misión, la nave quedó estacionada y sin baterías.
Y llega 1969. En julio de ese año, la misión ‘Apolo 11’ logra enviar a la primera tripulación humana que alcanza el sueño de toda la humanidad: la nave aluniza y Neil Armstrong es la primera persona en poner su pie sobre el suelo de la Luna. A continuación le siguió su compañero Buzz Aldrin. Ambos realizaron numerosas pruebas en el suelo lunar. Lo que nadie dijo que Aldrin y Armstrong dejaron cerca de 100 objetos tras su visita al Mar de la Tranquilidad (la zona donde alunizaron), entre los que se encuentra la famosa placa que dice: “Venimos en paz en nombre de toda la humanidad”.
En noviembre de 1969, el ‘Apolo 12’ realizaba un hito: el comandante Pete Conrad pisaba la Luna y realizaba más experimentos, de paso recogió la cámara de fotos del ‘Surveyor III’, a cambio dejó varias bolsas de excrementos y orines, varios metros de cable y un montón de herramientas y útiles.
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Para no continuar siendo exhaustivo, se puede indicar que las misiones ‘Apolo’ (por parte americana) y las misiones ‘Luna’ (por parte rusa) fueron las que más deshechos, basura y restos orgánicos e inorgánicos dejaron sobre el suelo lunar.
Hasta Eugene Andrew Cernan, el último hombre en pisar la Luna en 1972, el lindo satélite natural que gira alrededor de la Tierra ha recibido cerca unos 400.000 kilos de residuos espaciales.
Entre los objetos más llamativos se encuentran: una fotografía del astronauta Charlie Duke, junto a su esposa Dotty y sus hijos Charles y Tom, depositada en la Luna durante la misión Apolo 16, en 1972. La foto se encuentra en el interior de una bolsa de plástico.
También puede verse una pluma de halcón y un martillo que fueron usados por el comandante Scott, de la misión ‘Apolo 15’, para demostrar la teoría de Galileo.
Un vehículo espacial, quizás mal estacionado junto a un cráter, quedó abandonado tras la misión ‘Apolo 16’ en 1972. Muchos científicos aseguran que aún funciona perfectamente si se le ponen baterías nuevas.
Desde hace más de 40 años la Luna ya cuenta con dos caras: su lado oscuro y su lado sucio. Ningún poeta, ningún pintor, ningún cantante, ningún escultor homenajea su nueva decoración, solo nos queda el sueño perdido de mil Lucys en la noche de los tiempos.