El Levante de Lucas Alcaraz, a pesar de haber perdido en Riazor ante el Deportivo de La Coruña por dos goles a cero, ha certificado este domingo su permanencia en Primera División, con lo que jugará la última jornada sabiéndose salvado. El empate entre Getafe y Eibar en el coliseo Alfonso Pérez Muñoz y la derrota del Almería en el Sánchez Pizjuán deja a vascos y almerienses a cuatro puntos del conjunto granota, matemáticamente imposible de alcanzar en la última jornada.
Así pues, el equipo de Orriols jugará su sexta temporada consecutiva en la Liga BBVA, desde su último ascenso (2009-2010).
Pero antes de las frenéticas dos horas en las que se celebró la jornada de los transistores, a los de Alcaraz les valía el empate para quedarse fuera de peligro sin tener que poner la oreja mientras que a los gallegos, en cambio, en el partido de hoy solo les servía la victoria porque cualquier otro resultado les colocaba a expensas de un milagro.
Al Depor se le ponían muy pronto las cosas mal, al lesionarse Manuel Pablo, el veteranísimo capitán blanquiazul, antes de los primeros diez minutos de partido y tener que dar entrada Víctor Sánchez en su lugar a Juan Domínguez, lo que trastocó toda la estructura local: Luisinho retrasaba su posición hasta el lateral y el propio Juan Domínguez quedaba como interior zurdo.
El Levante, por su parte, colocó un auténtico autobús en su defensa en cinco, entregando el balón al rival que, a falta de verticalidad, se acercó a la portería de Mariño con jugadas de estrategia que, a la segunda ocasión, dio en la diana. Lopo volvía a asumir el papel de héroe -ya lo hizo contra el Athletic- a pase de Lucas Pérez, marcando el primero para los deportivistas. Sissoko, mantequilla pura, no llegó ni a molestar.
Los locales, que no se ponían por delante en el marcador de un partido desde hace ni se sabe, se veían entonces con la tarea de congelar el reloj, tarea que con un equipo sin absolutamente ningún argumento en ataque como el Levante, tampoco se les hizo muy difícil. Solo había que esperar el paso de los minutos.
Pero los de Alcaraz, lo que son las cosas, comenzaron a carburar precisamente a raíz del gol herculino, sobre todo en los primeros compases del segundo tiempo y así, adelantadas las líneas, llegaron las primeras jugadas dignas de mención por parte de los granotas. Morales se colaba entre Luisinho y Borges pero se encontró con el brasileño Sidnei, un portento físico que se jugó el penalti para frenar al atacante del Levante.
Fabricio Agosto, el guardameta local, no había tenido trabajo hasta que Víctor Casadesús, en el ’63, le intentó sorprender con un disparo lejano aprovechando que al canario parecía cegarle el Sol, pero no fue así y paró en dos tiempos el esférico, aunque la grada de Riazor aguantó la respiración un momento.
La incertidumbre por el resultado comenzó a poner nervioso al respetable, que veía cómo los granotas jugaban mejor que los suyos, pero las dudas se acabaron a falta de diez minutos, cuando Juanfran -el del Depor, claro- colocaba el balón en la escuadra, a pase de Lucas, desde el pico del área. Ahí acabó el partido y la esperanza del Deportivo de la Coruña, que se jugará el ser o no ser en la última jornada nada menos que en el Camp Nou y ante el, por cierto, ya campeón de Liga, el Barça de los Messi, Suárez y Neymar.
FICHA TÉCNICA
Deportivo de La Coruña (2): Fabricio; Laure, Lopo, Sidnei, Manuel Pablo (Juan Domínguez, min.10); Salomao, Celso Borges, Álex Bergantiños, Luisinho; Lucas Pérez (Toché, min.89) y Oriol Riera (Juanfran Moreno, min.65).
Levante UD (0): Mariño; Iván López (Rafael, min.72), Vyntra, Ramis (Camarasa, min.65), Juanfran García, Toño García; Sissoko (El Zhar, min.46), Simao, José Mari; Morales y Víctor Casadesús.
Goles: 1-0, min.21: Lopo. 2-0, min.80: Juanfran Moreno.
Árbitro: González González, del colegio castellano-leonés. Amonestó a Sissoko (min.16) y Víctor Casadesús (min.59) por parte del Levante; y a Oriol Riera (min.33), Luisinho (min.43) y Lopo (min.77), por parte del Deportivo.
Incidencias: Partido de la trigésima séptima jornada de la Liga disputado en el estadio de Riazor ante 30.251 aficionados. El Deportivo salió con su segunda equipación, con la bandera gallega, por el Día das Letras Galegas, y después la cambió por la primera camiseta para afrontar el encuentro.