El Levante UD de Caparrós salió “empanado” al césped del Ciutat de Valencia. Lo dijo Héctor Rodas y podría ser el resumen perfecto del partido. Los más quisquillosos sacarán a relucir aquel 0-4 contra otro equipo gallego necesitado de puntos, entonces el Deportivo, con un Levante UD cómodamente situado en la tabla, como ahora, y sumarán dos y dos. Pero en la ecuación fallará una incógnita que debería ser tenida en cuenta: Caparrós. Y el andaluz es valor seguro. Si hubiera habido algo parecido, habríamos oído ‘rugir’ al bueno de Joaquín como pocos leones de la Metro. Pero si no llega a ser por eso…
Y es que lo del Celta tampoco era como para asustar al equipo que le aguantó el tipo al Madrid en todo un Bernabéu. Los celestes se hicieron dueños del esférico durante los primeros cuarenta minutos sin que la férrea escuadra granota opusiera demasiada resistencia, pero también es cierto que los pupilos del controvertido Luis Enrique tampoco supieron ni pudieron horadar la portería defendida por el ya temido Keylor Navas… Y eso que el costarricense tampoco tuvo acciones de mérito que apuntar en su libreta.
Incluso el palo se alió con el portero granota en un lanzamiento de falta celtiña en esta primera parte. Pero la alarmante superioridad celeste en este primer tiempo asustó a la parroquia, sabedora de que su equipo no estaba volcando sobre el césped lo que tiene. Y más cuando la oportunidad entre las oportunidades no pudo ser aprovechada para adelantar a los locales. Barral, nombre propio del gol granota esta temporada, no logró convertir en gol el disparo desde los once metros. La grada se desesperaba.
A base de casta y de orgullo el Levante logró arrinconar en la segunda parte al Celta sobre su perímetro defensivo. Ahí emergieron Yoel y Barral. Barral chocó contra el arquero vigués cuando la grada masticaba la igualada. Se lamentaría David de su segunda gran ocasión de la tarde marrada.
La polémica, que también la hubo en el partido, llegó con una acción en la que el cancerbero celeste abortó en la línea de gol tras remate del atacante gaditano. Barral reclamó la validez de una diana que el colegiano no interpretó como tal. Pero sí fue gol. La lucha entre ambos se reeditó siempre con unos réditos favorables para el guardameta gallego.
El Celta fue fiel a las enseñanzas de Luis Enrique, con la tenencia del esférico como máxima incuestionable para buscar la victoria. En ese sentido, el partido propiciaba un duelo entre dos mentalidades divergentes. El Levante hace del pragmatismo una forma de ser. El equipo de Caparrós no se derrite si pierde de vista el cuero. Se suele aplicar en defensa para tratar de potenciar otros aspectos del juego.
El gol de Nolito a saque de falta en el minuto 77 pareció recompensar la perseverancia celeste en los postulados de Luis Enrique. Eso, y la posterior intervención del bravo portero celtiña, Yoel, a remate de Ivanschitz poco después.
El final fue un toma y daca en que igual hubiera podido llegar el empate como el segundo de los gallegos. Pero ya no se movería el luminoso. Como diría el propio Luis Enrique en rueda de prensa posterior al encuentro, “da igual. Los puntos ya son nuestros, nos hacían mucha falta”.
VLC Noticias | Redacción. Fotos: Jorge Ramírez / Levante UD