La investigación sobre la dana avanza con la citación de un experto
Un día clave se desarrolla hoy en la investigación sobre la dana, ya que la jueza ha convocado a Josep Eliseo Pardo. Este especialista es el autor de un informe detallado sobre la crecida del barranco del Poyo y los caudales que alcanzó el 29 de octubre, durante el trágico evento climático. Esta es la primera vez que un experto declara con el objetivo de analizar el desarrollo de aquel desastre.



El 29 de octubre reveló muchas fallas y generó un intenso debate sobre el papel que jugaron los planes de protección especial contra inundaciones en el elevado número de víctimas. Estos planes dependen vitalmente de una cartografía precisa y exhaustiva, esencial para entender el territorio y gestionar eficazmente fenómenos extremos como las súbitas avenidas de agua. Un mapeo exacto es crucial para evaluar el impacto de los desastres, coordinar respuestas efectivas y, sobre todo, prevenir futuros desastres. La creación de estos mapas requiere un trabajo minucioso, donde cualquier error puede tener graves consecuencias en la toma de decisiones durante una crisis.
En enero pasado, el Grup de Cartografia GeoAmbiental i Teledetecció (CGAT) de la Universitat Politècnica, junto con la ETSE Geodèsica, Cartogràfica i Topogràfica, elaboró un mapa detallado de los niveles de inundación en la comarca de l’Horta Sud tras la última dana. Este proyecto, coordinado por el investigador Josep Eliseo Pardo, busca aportar información valiosa a las comunidades afectadas y servir como una herramienta clave para manejar futuros eventos similares. Además, este trabajo puede influir en la planificación de nuevas infraestructuras, edificaciones en áreas afectadas, medidas preventivas y en la búsqueda de responsabilidades civiles y penales relacionadas con los daños ocasionados.
La UPV ha producido un mapa detallado que documenta con precisión la altura del agua durante la devastadora dana, un dato esencial para calcular los daños en edificios y viviendas, tanto en el mobiliario interior como en su estructura. Las pérdidas económicas se estiman que aumentan exponencialmente con la altura alcanzada por el agua.
El proceso de creación del mapa se basó en observar las marcas dejadas por el agua en las calles. Estos datos fueron recopilados por técnicos que contrastaron la información con testimonios de los residentes. En muchos casos, los vecinos reportaron niveles superiores a los registrados, por lo que los investigadores decidieron utilizar solo señales claramente visibles para mantener la coherencia del estudio y reflejar lo más fielmente posible la realidad. La medición inicial de más de cinco mil puntos de marcas de agua se realizó en tres fases distintas.
El trabajo en campo involucró a cartógrafos y geógrafos voluntarios que realizaron mediciones en áreas urbanas y agrícolas utilizando una mira topográfica. La ubicación de los puntos se realizó con GPS de teléfonos móviles, mapas de Open Street Maps y fotografías satelitales del Instituto Cartográfico Valenciano. Los datos obtenidos permitieron generar modelos de lámina de agua y calados máximos, transformando las profundidades locales en cotas sobre el nivel del mar. Un visor online ahora permite a cualquier usuario acceder a los resultados, presentados con una representación visual que facilita la consulta de la profundidad máxima en cada ubicación.
Es importante destacar que este mapeo se ha ido ampliando, ya que inicialmente no se incluyeron todas las zonas. A pesar de las posibles limitaciones, este esfuerzo cartográfico es fundamental para mejorar la comprensión de las inundaciones y su impacto, facilitando una planificación más eficaz para futuros fenómenos climáticos extremos. Aunque esperamos que desastres de esta naturaleza no sucedan nuevamente, el cambio climático nos enfrenta a un escenario donde las inundaciones podrían ser cada vez más frecuentes e intensas.