Valencia Noticias |Redacción.- El papa Francisco celebró ayer lunes una multitudinaria misa en San Cristóbal de las Casas, la ciudad de Chiapas que simboliza el levantamiento del indigenismo, en la que ha denunciado el trato sufrido por las comunidades indígenas de México, que han sido “mareadas por el poder”, “despojadas de sus tierras” y “excluidas de la sociedad”, según ha informado rtve24 en sus informativos y rne.
Durante la ceremonia celebrada en el estadio municipal de la ciudad, en el que se han congregado en torno a 90.000 personas, Francisco ha condenado “cómo de modo sistemático y estructural, sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad”, por lo que ha reclamado un “examen de conciencia” para pedir “perdón” a los indígenas.
La elección de San Cristóbal de las Casas, donde el 75% de la población es indígena, es un gesto significativo por parte del pontífice, que ha querido expresar su apoyo a las comunidades indígenas en su visita de cinco días a México.
“Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones”, ha comentado el pontífice ante las personas que representaban a los once millones de mexicanos indígenas. Y otros, ha añadido, “han sido mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban”.
Defensa del medio ambiente
“¡Qué tristeza!”, exclamó el papa, quien ha instado a todos “a hacer un examen de conciencia” y a pedir “perdón”. “El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita”, ha dicho.
Francisco también ha retomado en su homilía la defensa de la naturaleza, que también comparten con fuerza las comunidades indígenas. Para ello, ha citado parte de su primera encíclica, Laudato Si, sobre la defensa del medioambiente: “La creación también sabe levantar su voz. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella”.
“Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla […]. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que gime y sufre dolores de parto”, ha continuado, antes de reconocer que los pueblos indígenas “tienen mucho que enseñarnos”.
En la misa se ha homenajeado a las minorías con las lecturas litúrgicas, los textos bíblicos y los cantos, leídos en las lenguas originarias tzeltal, tzotzil y chol. Así, Francisco ha retomado uno de los salmos leídos durante la ceremonia en una de las lenguas indígenas: “Li smantal Kajvaltike toj lek. La ley del Señor que es perfecta del todo y reconforta el alma”, concluyó.