La Iglesia de San Juan de la Cruz será el escenario esta tarde, a partir de las 20:30 horas, de una de las grandes joyas de la música clásica: el ‘Ein Deutsches Requiem’ de Johannes Brahms, presentado por el equipo Ars Magna. La obra sugiere con cada nota que “la muerte no es el final, sino un camino hacia la luz”.
Valencia se prepara para una velada llena de emoción y belleza. El réquiem alemán de Brahms resonará en el majestuoso templo barroco de la calle Poeta Querol, en una representación que se anuncia conmovedora e inolvidable. A diferencia de otros réquiems que abordan el Juicio Final, esta obra se centra en ofrecer consuelo. Inspirado por la pérdida de su madre y del compositor Schumann, Brahms creó un réquiem profundamente humano que equilibra el dolor con la esperanza.
Bajo la dirección de Marta Mármol, el Coro de Cámara Amalthea, junto con los solistas Aurora Peña y Josep Barberà, los pianistas Diego Sánchez y Fernando Taberner, y los percusionistas Onofre Serer y Raúl Martín, darán vida a esta ambiciosa producción. La puesta en escena integrará rigor histórico con tecnología avanzada, como el videomapping.
Ars Magna, el colectivo artístico a cargo, busca que cada concierto se convierta en una experiencia escénica total, donde la música clásica se perciba como un espectáculo emocionante en el que confluyen historia, arte y tecnología.
“Basamos nuestras producciones en una premisa: la música clásica es espectacular. Por eso potenciamos las emociones que los compositores dejaron en sus obras maestras, contextualizando cada escena con creatividad y rigor histórico, sin dejar de lado las innovaciones tecnológicas”, afirman desde Ars Magna.
