El sorteo de ‘redolins‘, celebrado este pasado fin de semana, es un sistema de elección de origen feudal único en la comunidad Valenciana, por el que la Cofradía de Pescadores de El Palmar se reparten los puestos de pesca en L’Albufera.
Esta auténtica joya medieval que sobrevive hoy en día fue ‘colocada en el mapa’ por Blasco Ibáñez gracias a su obra «Cañas y Barro», en la que reflejaba el interés de todos los participantes en poder elegir zona de pesca en primer lugar. De hecho, el lugar que aseguraba la prosperidad -al menos por un año- de quien lo consiguiera era la denominada ‘Sequiota’, un enclave diferente a lo que se conoce actualmente con ese nombre. Y tampoco tiene ya la importancia que entonces.
En su lugar, el emplazamiento más codiciado lo constituye la denominada ‘Sequiota de L’Oliveró’ ya que garantiza buena pesca durante prácticamente todo el año, especialmente en jornadas de mal tiempo.
VLC Ciudad / Fotos: Manuel Molines