Quien estuviera en La Fonteta al final del tercer cuarto, no podía imaginar que el resultado final arrojara una ventaja para los de casa de solo 13 puntos. Los de Perasovic desaprovecharon una ventaja máxima que llegó a ser de 33 puntos y dejó las cosas ajustadas de cara al partido de vuelta en Rusia.
El pabellón de la Fuente de San Luis se llenó hasta la bandera en la que sin duda ha sido la mejor entrada de toda la temporada, para acoger el partido de ida de la final de Eurocup entre el Valencia Basket y Unics Kazan. El ambiente era magnífico, con la afición entregada al límite a su equipo y subiendo los decibelios hasta hacer temblar el parqué en muchos momentos del encuentro. Una afición, la taronja, que estuvo gigante.
Por otra parte, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, estuvieron en el palco junto al presidente Toldrá y el seleccionador nacional de baloncesto, Juan Antonio Orenga. Otros políticos como el concejal de Deportes y Juventud, Cristóbal Grau; el diputado de Deportes de la Diputación de Valencia, Albiach; el líder del PSPV, Ximo Puig; o el diputado de Les Corts por Compromís, Enric Morera;, tampoco se quisieron perder el encuentro.
Impresionante el ambiente como impresionante fue el tifo que cubrió la grada por completo con los colores de la Senyera de Valencia y la rojigualda de España. Los rusos alucinaban.
Los hombres que dispuso Perasovic sobre la pista comenzaron a barrer a los rusos desde el segundo cero, con un parcial de 5-0 gracias en gran parte a un Justin Doellman que convertía todo lo que tocaba. La ventaja taronja se disparó hasta acabar el primer cuarto con un esperanzador27-12.
Una de las buenas noticias del partido fue la reaparición de Lischuck, aplaudido a rabiar por la afición taronja al salir a la pista.
El segundo parcial fue sencillamente un monólogo taronja. A cinco minutos para llegar al descanso los de Perasovic llegaban a una ventaja máxima de 26 puntos (41-15) que dejaba a los rusos al borde del llanto. Era imposible tratar a los valencianos y los gestos de los jugadores del Unics hacia su banquillo así lo expresaan. A una pequeña reacción visitante tras un tiempo muerto respondieron Rafa Martínez y cómo no, Justin Doellman, volvió a reconducir el dominio de su equipo hasta el 49-27 con el que acabó el segundo cuarto. Para entonces, Justin Doellman se colocaba en un registro impresionante (17 puntos).
El tercer cuarto fue un paseo militar de los taronja dirigido por Sam Van Rosso, inconmensurable atacando el perímetro ruso, y un Doellman que seguía destrozando todas las estadísticas. El Valencia Basket fue arrollando al Unics en todas las facetas hasta hacerle doblar las rodillas con un 70-37 que provocaba el éxtasis en la Fonteta. A 12 minutos para el final del partido, 33 puntos de ventaja, un sueño para el partido de vuelta.
Todo parecía de color naranja -taronja- al afrontar el último cuarto. Era imposible que los rusos se recuperaran del varapalo al que les habían sometido Doellman, Van Rossom, Dubljevic y Rafa Martínez, entre otros. Pero de repente, el equipo de Perasovic se quedó sin energía y uno tras otro, los puntos fueron cayendo del lado ruso, con Eidson y Veremeenko como máximos artífices, acercando al Unics por debajo de los 20. Lischuck quedaba eliminado al ver la quinta y se llevaba la reprimenda de su entrenador, y la canasta del ataque taronja comenzó a ‘escupir’ todos los lanzamientos de Doellman, Sato, Van Rossom…
No podría Perasovic detener la sangría yHarangoy lideraba la recuperación rusa hasta dejarlo, al final, en 80-67, un resultado muy ajustado para lo visto en la Fonteta y que obligará a los valencianos a apretar los dientes en el partido de vuelta. Son solo 13 puntos la renta que deberá defender el Valencia Basket en Kazan.
VLC Noticias | Javier Furió