El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte presentó, en la jornada de ayer, 13 de noviembre, en el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, la exposición del artista Enric Mestre, la primera de una serie de ocho que contempla el proyecto Maestros de la cerámica y sus escuelas.
Este proyecto abarca la obra de grandes maestros de la cerámica y su ámbito artístico de influencia, entre los que figuran, además de Enric Mestre, Arcadio Blasco, María Bofill, Claudi Casanovas, Madola, Elena Colmeiro o Ángel Garraza. La exposición ha sido organizada junto con el Taller-Escuela Cerámica de Muel, dependiente de la Diputación de Zaragoza.
En esta exposición, con la que da comienzo el ciclo y a modo de recorrido creativo, se presenta conjuntamente la obra de Enric Mestre y la de 18 de sus alumnos de distintas generaciones, procedencias geográficas y culturales que reconocen su influencia. Se exhiben 53 obras, 12 de Enric Mestre y 41 de los artistas ceramistas Ana Felipe, Anna Pastor, Antonia Carbonell, Bibiana Martínez, Carmen Ballester, Carmen Marcos, Carmen Sánchez, Concha Regne, Fanny Galera, Hisae Yanase, Juan Luis Tortosa, Juan Orti, Myriam Jiménez, Pablo Ruiz, Su-pi Hsu, Teresa Aparicio, Xavier Monsalvatje y Xohan Viqueira. A través de todas ellas se pueden analizar las claves y referencias comunes, que en ocasiones les llevan a disciplinas complementarias como pueden ser la pintura, el dibujo, el grabado o la infografía. Algunos de estos trabajos se muestran a través de cuadernos de artista, bocetos o maquetas.
Enric Mestre, artista, ceramista pionero en la renovación de la escultura cerámica en la Península nació en el p
ueblo valenciano de Alboraya en 1936. Estudió pintura en la Facultad de Bellas Artes de San Carlos de Valencia (1953-1958), desarrollando sus primeros pasos en el mundo de la publicidad, disciplina que abandonaría a mediados de los sesenta, para dedicarse plenamente a la cerámica y a su enseñanza. Mestre fue alumno de Alfonso Blat, del que aprendería el virtuosismo del esmalte, y cuyo influjo le ha llevado a un constante y riguroso campo de investigación técnica a lo largo de toda su trayectoria.
Considerado a nivel internacional como uno de los principales representantes de la cerámica contemporánea, su primera exposición la realiza en 1967, a la que seguirían exposiciones tanto en prestigiosas galerías, como en instituciones y museos nacionales e internacionales. Su obra inicialmente se inscribe en un campo escultórico más formal, basado en una suerte de objetos-contenedores que dan paso, a principios de los ochenta, a una concepción geométrica que le caracteriza.
El comisario de la exposición, Alberto Andrés, muestra la labor coherente y pasional de Enric Mestre, un hombre que conjuga a la perfección la faceta artística y la docente a la que se dedicó 32 años. Hombre capaz de transmitir con sus obras y con sus enseñanzas no solo las técnicas, sino lo que es más importante, una forma de entender la creación artística, pausada reflexiva y exigente, en la que cada obra debe estar madurada para poder dar el siguiente paso.
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