El Instituto de Biomecánica de València (IBV) está llevando a cabo investigaciones sobre el uso de tecnologías de captura 3D para medir las dimensiones y forma del cuerpo humano, con aplicabilidad en la salud. Este enfoque podría ser fundamental para hacer un seguimiento de enfermedades como la obesidad, el linfedema y trastornos alimentarios, debido a su capacidad para proporcionar información detallada de manera rápida y menos costosa que los métodos actuales. Además, estas tecnologías carecen de efectos invasivos comparados con los sistemas que emplean radiación ionizante.
En áreas como cirugía regenerativa, personalización de productos sanitarios y terapias de salud mental, la información 3D del cuerpo ya se está utilizando. Según Sandra Alemany, directora de Antropometría en el IBV, las imágenes tridimensionales del cuerpo permiten obtener datos precisos sobre la forma y el volumen, ofreciendo nuevas perspectivas para predecir y seguir la evolución de ciertas patologías.
El proyecto ANT4HEALTH busca profundizar en el uso de estas tecnologías, desarrollando nuevos indicadores de salud y modelos predictivos basados en formas 3D. Entre los logros de esta investigación se encuentra el desarrollo de algoritmos para estimar la composición corporal y predecir cambios fisiológicos. Particularmente, la determinación del porcentaje de grasa visceral es uno de los posibles indicadores de riesgo metabólico.
La capacidad de capturar información antropométrica detallada de manera no invasiva y económica abre la posibilidad de realizar seguimientos de la evolución de enfermedades fuera del ámbito hospitalario, incluso en el hogar del paciente. Esta innovación está respaldada por la colaboración de diversas instituciones del sector salud y bienestar, como Clínicas Ascires y el Institut Valencià de Rehabilitació Esportiva (IVRE+). Además, el proyecto recibe financiación de la Generalitat Valenciana y fondos europeos del Programa FEDER Comunitat Valenciana 2021-2027.
