José María Merino acaba de publicar ‘La trama oculta’, un volumen de relatos con un denominador común, esa trama oculta, subyacente en cada historia, coincidente con el propio título de la obra. Merino, aunque gallego de nacimiento, pasó su infancia y juventud en León. Ha recibido varios premios por sus novelas como el Premio Nacional de la Crítica en 1986, el premio Miguel Delibes de Narrativa en 1996 o el premio de Narrativa Gonzalo Torrente Ballester en 2006. En el campo de los relatos ha publicado varios libros, ‘Historias de otro lugar’ (2010), ‘Las puertas de lo posible’ (2008) o ‘El libro de las horas contadas’ (2011). En 2013 recibió el Premio Nacional de Narrativa por ‘El río del Edén’, siendo actualmente miembro de la Real Academia Español.
El Péndulo: Descubro que hay tres partes bien diferenciadas en este ‘La trama oculta’, tres vertientes: una realista, otra fantástica y una de minicuentos.
José María Merino: El libro planteaba un problema de estructura, tanto las novelas como los libros de cuentos a mí me gusta darles una estructura adecuada, la que yo pienso que es mejor para el libro. En este caso eran cuentos muy distintos, al principio eran los cuentos realistas y los fantásticos los que yo pensaba agrupar y luego se me ocurrió lo de una parte realista y otra parte fantástica. Luego me dije: ¿Y cómo doy coherencia a esto? Se me ocurrió hacer una pequeña introducción a los cuentos y estando en eso dije: ¿y por qué no incluir una tercera parte y darle una perspectiva más amplia de microcuentos?
E.P.: También leo en el epílogo que estos cuentos se basan en cierta medida en su juventud, en recuerdos personales de sus años jóvenes. Los acompaña con una breve introducción previa a cada cuento.
J.M.M.: Lo que pasa es que el libro tiene mucho que ver con la edad de uno y la experiencia. Uno lleva ya mucho tiempo haciendo cuentos, viendo pasar la vida, y de pronto pensé estos cuentos heterogéneos voy a ver que tengan que ver con mis vivencias personales. Luego, poco a poco, voy derivando en ellos a ese aspecto del sueño, de lo misterioso, de lo extraño. Cuando se me ocurrió darles esto de la introducción se me ocurrió un cuento nuevo, la estructura propicio un cuento nuevo.
E.P.: He extraído algunas frases de sus personajes que me gustaría que comentase. Por ejemplo, en ‘La trama oculta’ Arturo habla de ‘la conciencia de lo que no necesitaba estar escrito para existir’.
J.M.M.: Efectivamente, la escritura hace que las cosas sean ciertas, que las cosas sean verosímiles. A mi me gusta decir que la realidad no necesita ser verosímil, se produce y puede ser la realidad más absurda del mundo, pero la escritura da certeza a las cosas, lo que las convierta en algo palpable, las complementa, sin embargo no necesitaríamos la escritura ni siquiera la expresión para que las cosas estén ahí, para que los sentimientos estén ahí. Muchas veces precisamente la trama oculta es lo que esta por debajo y no expresamos nunca de manera definida.
E.P.: En ‘El filtro de Venus’ leo que ‘en la literatura se vierte la vida disfrazándose en forma de tramas que, paradójicamente, la hacen claramente reconocible’.
J.M.M.: Pues sí, porque yo creo que la realidad es bastante extraña. Incluso grandes psicólogos como Freud acudieron a la escritura para explicar nuestra conducta. La literatura es la gran escuela del comportamiento, de ahí sabemos lo que nos pasa, nos ha enseñado lo que nos pasa.
E.P.: En ‘La mirada del arte’ leo eso de que ‘solo por el milagro del arte el (supuesto) retrato de Lucrecia Borgia permanece incólume.’ Curiosamente en el libro aparece un fragmento del cuadro acompañando al relato.
J.M.M.: A mi es que es un cuadro que me fascinó, ese cuento nació directamente cuando vi el supuesto retrato de Lucrecia Borgia en el Städel de Frankfurt del Maine. Es un cuadro que te está diciendo: «aprovecha la vida, la vida es muy efímera; yo ya he pasado, yo existí hace quinientos años, estas flores que tengo en la mano ya no son nada, yo no soy nada».
Me impresionó ese cuadro, compré una preciosa reproducción y se me ocurrió el cuento sobre lo efímero; además, lo comparo un poco con La Mona Lisa que está deteriorándose cada vez más por problemas técnicos, se está esfumando La Mona Lisa mientras que éste está con una frescura asombrosa.
E.P.: Siendo así, podemos decir que el milagro del arte también puede ser la escritura.
J.M.M.: También, qué duda cabe. La escritura nos ha transmitido, antes de la oralidad, todos los arquetipos. A veces no nos damos cuenta, incluso ahora mismo, en esta sociedad tecnológica que está reduciendo el discurso cada vez más, no nos damos cuenta de que la complejidad de la literatura, aparte de hacérnoslo pasar muy bien, nos ha explicado todos los arquetipos, los comportamientos, en fin, es una manera de que la memoria sobreviva, una manera de luchar contra el tiempo; el arte lucha contra el tiempo.
E.P.: En el relato ‘El fin del mundo’ aparece esta intrigante frase: ‘creo que cierta sospecha del fin del mundo nos persigue a lo largo de la vida’. ¿La comparte usted?
J.M.M.: Evidentemente para todos terminará el mundo alguna vez y siempre intuimos yo lo creo, por lo menos yo, a lo mejor ya es mi edad, hay un secreto ahí, un murmullo que dice: el mundo va a terminar, el mundo no es eterno.
E.P.: Ha incluido una parte dedicada a los microcuentos, supongo que sabe que hay muchos autores que están en contra, que parecen denostarlos.
J.M.M.: Yo, que soy muy aficionado al arte, es como si alguien me dijese que es absurdo pintar sobre cristal. Mire usted, el soporte es lo de menos lo importante es la calidad del producto. O es como si usted me dice: un oleo de menos de quince por veinticinco centímetros ya no vale. Pues mire usted, ahí están todas las miniaturas medievales, hay pequeñísimos cuadros, valoren el valor literario.
Tengo algún compañero que es muy despectivo con el género, no lo puedo entender. Novelas hay espantosas, largas y cortas, las hay muy malas; cuentos buenos y malos; ¿por qué los minicuentos van a ser malos per sé?
Un día mi amigo Antonio Fernández Ferrer que sacó un libro de microrrealtos titulado ‘La mano en la hormiga’ en homenaje a un microrrelato de Juan Ramón Jiménez me dijo: escribe algún minicuento, venga anímate. Yo me enteré de lo que era un minicuento y escribí tres.
De vez en cuando se me ocurren minicuentos, incluso tengo un libro exclusivamente de minicuentos, ‘Los cuentos del libro del amor’.
E.P.: Muchísimas gracias por atender a nuestras preguntas.
J.M.M.: Gracias a vosotros.
El Péndulo de VLCNoticias/Ginés J. Vera/Fotos-VLCNoticias