El Péndulo | Redacción.- El Teatro Talía cierra temporada con una de las formaciones de baile en tap dance, claqué, baile sobre arena y percusión), más famosas y reconocidas del panorama español y mundial: la Camut Band, que estará en Valencia hasta el próximo día 26 de julio.
Bajo el título de ‘La vida es ritmo’, el show que ofrecen los componentes de la banda, en la que han incluido la figura de una bailarina, tiene todo el sello de la casa Camut, fuerza, dinamismo, percusión (africana, mambo, tap dance, claqué moderno…) y mucha, mucha vitalidad que acaba contagiando al público asistente.
Lluís Méndez, director escénico y uno de los creados del grupo nacido en el año 2000, comentó que “hemos recorrido el mundo entero con casi todos nuestros espectáculos y siempre hemos intentado crear un show donde prevalezcan los números originales y diferentes. ‘La vida es ritmo’ reúne mucho de nuestros mejores números y creo que la gente se lo pasará muy bien”.
En ‘La vida es ritmo’, que estuvo varias semanas en Londres y que continúa con una larga gira por España y Europa, sus cuatro bailarines realizan diversas muestras de cómo combinar el arte de bailar tap dance sobre enormes tambores o sobre arena al tiempo que sus dos percusionistas combinan los sonidos de aire africano con el mambo y la percusión de raíces étnicas.
Esta es la cuarta visita que los componentes de Camut Band realizan a la ciudad y con cada espectáculo han llenado la sala de punta a punta, lo que indica que quienes los han visto repiten como fieles seguidores.
Para Estefanía Porqueras, la joven bailarina que participa en el espectáculo, “no hay una solo momento de respiro, el show está con concebido para pasarlo bien y conmover a los espectadores. Es uno de los pilares de la compañía, hacer disfrutar al público con la música y los sonidos de la percusión y el baile”.
Es nuestra arma para acabar con la impunidad de los más poderosos.
Te necesitamos a ti también para seguir haciendo un periodismo libre de presiones políticas y económicas
Hay mucho trabajo detrás de una noticia. Contrastar fuentes, redactar, analizar, recabar información… Pero todo esto implica unos costes muy altos, porque aunque parezca una obviedad, hacer buen periodismo, en estos momentos, es complicado.