Al final no pudo ser. Los hombres de Perasovic mantuvieron amordazado a la ‘bestia’ blaugrana durante los dos primeros cuartos de una final impresionante, minutos en los que los ‘taronja’ exhibieron una defensa sin fisuras, casi perfecta. Como consecuencia de ello, el Barça falló lo infallable. La marea taronja desplazada a Vitoria desde la capital del Turia vibraba con sus jugadores.
Y todo ello a pesar de la salida en tromba de los ‘blaugrana’. A un 14-6 inicial comandado por Sada, le siguió un parcial de 3-14 con Faverani y Markovic en ataque y Flo en defensa dieron la vuelta al luminoso. Hasta cinco puntos de ventaja consiguió el Valencia Basket en el segundo cuarto, pero una poderosa reacción de Jawai y Marcelinho devolvieron al Barça a la senda del triunfo hasta dejar las cosas en 36-33 al descanso.
La ducha debió sentar bien a los de Pascual, que volvieron a la cancha a lo grande y, pese a que los hombres de Perasovic no le perdieron la cara al partido, los barcelonistas se pusieron en un esclarecedor 52-39. A pesar de haber cargado de faltas a los hombres fuertes del Barça, se demostró cuán determinante puede ser tener una plantilla tan amplia como la del equipo catalán, que comandados esta vez por Oleson y Huertes no dejaron ya a los ‘taronja’ volver a meterse en el partido.
Al final, un luminoso demasiado abultado (85-69) para lo que dieron de sí en la cancha del Buesa Arena ambos equipos. La Copa del Rey volvía a manos ‘blaugrana’ y Pete Mackeal se erigía en MVP de esta edición del torneo. Lo que es seguro es que este Valencia Basket es algo grande, y haber llegado a la final de la Copa del Rey marca, como dice el bueno de Perasovic, la materialización de la notable mejora del equipo. Los laureles, otra vez serán.
VLC Ciudad / Javier Furió. Foto: valenciabasket.com