La defensa de Álvaro Pérez, conocido como «El Bigotes» y condenado por el caso Gürtel, ha calificado de «llamativo» el intento del expresidente valenciano, Francisco Camps, de negar su «relación de amistad» con él. Según la defensa, esta relación ha sido «acreditada» por varios testimonios durante el juicio por las presuntas irregularidades en contratos menores adjudicados desde la Generalitat al entramado liderado por Francisco Correa entre 2004 y 2009. Camps enfrenta una pena de un año de prisión y seis de inhabilitación por tráfico de influencias en concurso con prevaricación, según la petición de la Fiscalía Anticorrupción.
Durante el juicio, varios testigos y acusados han señalado la existencia de un vínculo entre Camps y «El Bigotes». La supuesta amistad entre ambos es un punto clave en el procedimiento. La Fiscalía sostiene que Camps fue el «paciente cero» que ofreció a Correa establecer una empresa en la Comunidad Valenciana en 2004, donde se le fue «contratando naturalmente» para «contentar» al presidente.
Gustavo Galán, abogado de Pérez, planteó la pregunta: «¿Cómo una persona que trabaja en Madrid en 2003 se va a València, traslada a toda su familia y cambia de vida si no tiene un trabajo sólido y seguro?». Galán también destacó la colaboración de Felisa Jordán, ex trabajadora de Gürtel, desde el inicio del caso y confirmó el «compromiso» de sus dos clientes en reconocer los hechos. Jordán y Pérez han llegado a un acuerdo con Anticorrupción a cambio de una reducción en las penas.
Por otro lado, la defensa de la exdirectora general de Promoción Institucional, Salvadora Ibars, reiteró la falta de indicios para condenarla por prevaricación, ya que, según argumentó, no tenía competencia para contratar a la trama Gürtel.