La Diputación continuará con la importante labor de restauración y puesta en valor del patrimonio religioso de la ciudad de Vila-real, que durante estos años ha realizado de la mano de la Asociación Amics del Pouet del Sant, a través de su nueva incorporación como patrono a la recién constituida Fundació pro Monestir i Basílica de Sant Pasqual. El presidente de la Diputación, Javier Moliner, ha participado esta tarde en la firma de la escritura pública de esta entidad.
“Llevamos muchos años trabajando, de la mano de los vecinos de Vila-real y gracias a la profesionalidad de nuestros técnicos, en la recuperación de estas piezas únicas. Soy de la opinión que un pueblo que no cuida su historia acaba perdiendo sus tradiciones, cultura e identidad. Y en el caso de Vila-real esta identidad se ha construido sobre los cimientos de San Pascual. El paso que hemos dado hoy, gracias a la iniciativa de los vila-realenses y de la suma de esfuerzos de las distintas administraciones al constituir esta fundación, es una buena noticia para seguir poniendo recursos a una encomiable labor con la que llevamos colaborando desde hace mucho tiempo”, ha destacado Moliner.
Largo recorrido en la restauración patrimonial de Vila-real
El trabajo de los técnicos del Servicio de Restauración de la Diputación con obras religiosas de Vila-real se remonta a muchos años. Sin ir más lejos, en diciembre de 2014 el Museu del Pouet del Sant de Vila-real expuso una selección de esculturas, pinturas textiles, orfebrería, cerámica, tallas de madera y documentos, reuniendo alrededor de una treintena de piezas ya restauradas y algunas en proceso de estudio y análisis por parte de los técnicos provinciales. Entre las más destacadas se encuentran el Busto de la Virgen, la Santísima Trinidad, la Virgen Niña, Dormición y diferentes estampas.
Asimismo, la Diputación también ha actuado en otras piezas sacras de Vila-real como el anda y la imagen de la Virgen del Carmen, el paso de la Hermandad de la Santa Faz, el Terno de la Purísima o la imagen del Cristo del Hospital. “Son – según Moliner -, además de motivo de orgullo para todos los vila-realenses, un motivo más por el que visitar esta ciudad y que estos tesoros históricos reviertan en actividad turística y económica”.