El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia inaugura la exposición ‘De lo efímero’, un recorrido por cinco siglos de arte que aborda el tema del tránsito entre la vida y la muerte. La selección exhibe 40 obras de la colección de la pinacoteca de autores como José de Ribera, Arellano, José Benlliure, Pedro Orrente, José Mongrell o Ignacio Pinazo. Nueve de estas piezas han sido rescatadas de los almacenes y no expuestas nunca y once restauradas para la exposición.
La muestra estará expuesta hasta el próximo 8 de septiembre para presentar un conjunto de pinturas y grabados que reflejan una mirada poco usual sobre el paso de tiempo.
El carácter de lo efímero se ha representado a lo largo de la historia del arte en diversos géneros. Así, en el siglo XVI aparecieron las naturalezas muertas, el XVII fue sin embargo el periodo de esplendor del bodegón en España, representando al género humano a través de las famosas vanitas, y ya en las centurias del XIX y el XX aparecen un gran número de obras de arte funerario, un fenómeno impulsado por la aparición de la fotografía.
Esta reflexión sobre lo efímero de la existencia se articula en torno a cuatro ejes. El primero de ellos, ‘Naturalezas muertas’, refleja al mismo tiempo, mediante piezas de este género, hermosura y destrucción. Pétalos caídos, gusanos y pájaros que taladran la fruta y bellos animales muertos son algunos de los motivos que se pueden contemplar en esta sección.
Seguidamente, el área ‘Vanitas’, recoge un conjunto de bodegones que incluyen la presencia de lo caduco de los bienes terrenales, naturales o de artificio, ante el paso inevitable de la muerte, presente mediante símbolos más o menos obvios: una calavera, una vela apagada, o un reloj parado.
Otro de los temas que trata la exposición son las ‘Meditaciones’, es decir pinturas donde un santo o un eremita se extasían junto a la calavera humana. Finalmente, la sección titulada ‘El Arte funerario’ recopila las diversas manifestaciones artísticas que celebran la misma muerte: ocasos de personajes históricos o míticos, retratos o mascarillas mortuorias, exequias o traslados, monumentos funerarios, la muerte como el último acto vital, y los fastos fúnebres como perpetuación del recuerdo.
Para profundizar en esta propuesta artística sobre la fugacidad, las obras pictóricas se acompañan de una serie de citas literarias de Goethe, Quevedo, Bécquer, Sor Juana Inés de la Cruz, Shakespeare o Ronsard.