La expresión «vete a la porra» tiene sus antecedentes en la organización militar de los Tercios en la historia de España. El término «porra» se refería al garrote que portaba el sargento mayor de cada Tercio. Durante las marchas de las columnas del Tercio, cuando se hacía un alto en el camino, el sargento mayor hincaba en el suelo el extremo de la porra como una señal de «alto». Esto indicaba a los soldados que debían formar una guardia en las inmediaciones para asegurar la seguridad durante el descanso.
Sin embargo, alrededor de la porra quedaban sentados los soldados que habían sido arrestados o estaban bajo vigilancia disciplinaria. Esto se hacía para mantener un control constante sobre estos soldados y prevenir cualquier desobediencia o fuga.
Con el tiempo, la expresión «enviar a alguien a la porra» comenzó a utilizarse como un término despectivo que hacía referencia a arrestar o castigar a alguien. En la actualidad, la frase «vete a la porra» se utiliza en español como una expresión coloquial para indicar el desprecio o el rechazo hacia alguien, aunque su origen proviene de la disciplina militar de los Tercios.