Un espeleólogo zaragozano descubrió los artefactos en una cueva de 23 metros de profundidad en el Pla de Mosorro; la Guardia Civil activó un dispositivo especial para desactivarlos de forma controlada
El recuerdo silencioso de un conflicto que sigue latente en la geografía valenciana
Villafranca del Cid, un tranquilo municipio del interior de la provincia de Castellón, se ha convertido de nuevo en noticia por un hallazgo que recuerda uno de los capítulos más oscuros de la historia de España: la Guerra Civil. Esta vez, el escenario ha sido una sima de 23 metros de profundidad, ubicada en el paraje conocido como Pla de Mosorro, donde un espeleólogo detectó la presencia de varios proyectiles en un avanzado estado de deterioro.
La rápida actuación de la Guardia Civil permitió la localización, extracción y destrucción controlada de estos artefactos, evitando un posible riesgo para excursionistas y vecinos de la zona.
El hallazgo: una exploración que se convirtió en una operación de seguridad
Los hechos se produjeron cuando un vecino de Zaragoza, aficionado a la espeleología, se encontraba explorando cavidades en el término municipal de Villafranca del Cid. Durante su descenso a la sima, situada en una zona montañosa y apartada, el espeleólogo detectó lo que parecían ser restos metálicos de proyectiles de guerra.
Consciente de la peligrosidad que conlleva manipular este tipo de objetos, el explorador decidió dar aviso inmediato a las autoridades. La llamada activó un dispositivo especial coordinado por la Guardia Civil.
Un despliegue técnico y especializado en zonas de difícil acceso
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron especialistas del Equipo de Desactivación de Explosivos (EDEX) de la Comandancia de Castellón, apoyados por el Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de Onteniente y expertos espeleólogos de la Federación Aragonesa.
El operativo no solo debía garantizar la localización y extracción de los proyectiles, sino también la seguridad de todos los participantes, dada la dificultad del terreno y la inestabilidad de los artefactos encontrados.
Cinco proyectiles de la Guerra Civil en estado crítico
Una vez en el interior de la sima, los agentes localizaron un total de cinco proyectiles pertenecientes a la Guerra Civil Española:
- Un mortero Valero de 81 mm.
- Tres proyectiles de artillería de 75 mm.
- Un proyectil de artillería de 100 mm.
Todos los artefactos presentaban un avanzado estado de deterioro, lo que incrementaba considerablemente el riesgo de manipulación accidental o de explosión espontánea.
Destrucción controlada: máxima seguridad en plena naturaleza
Dadas las condiciones de peligrosidad de los proyectiles, el equipo de desactivación de explosivos decidió proceder a su destrucción in situ. Para ello, se estableció un perímetro de seguridad alrededor de la sima y se siguieron estrictos protocolos de protección ambiental y de seguridad.
La operación se llevó a cabo sin incidentes, garantizando la protección tanto de las personas como del entorno natural del Pla de Mosorro, una zona de gran valor paisajístico y ecológico.
Un mensaje claro a la ciudadanía: nunca tocar ni mover este tipo de objetos
Tras el operativo, la Guardia Civil ha aprovechado para lanzar un mensaje de concienciación a la población: ante el hallazgo de artefactos explosivos, es imprescindible no manipularlos ni intentar trasladarlos. La recomendación es clara: avisar inmediatamente a través del teléfono de emergencias 062.
Estos restos de la Guerra Civil siguen apareciendo en muchas zonas rurales y montañosas de la Comunitat Valenciana, especialmente en lugares que fueron escenario de intensos combates o donde se establecieron líneas defensivas.
Villafranca del Cid, un municipio con historia… y cicatrices ocultas
Villafranca del Cid, con poco más de 2.000 habitantes, es uno de los municipios más representativos del interior de Castellón. Su entorno natural y su historia forman parte del atractivo turístico de la zona, pero también esconden las huellas de un conflicto bélico cuyas consecuencias todavía hoy emergen de forma inesperada.
Este hallazgo se suma a otros muchos que en los últimos años han aparecido en la provincia de Castellón, especialmente en zonas de montaña o antiguas posiciones militares.