La CNN difundió los datos de una fuente del Pentágono. La información es la misma que provocó que Inglaterra cancelara todos los vuelos al Sinaí, donde fue derribada la nave de MetroJet
Una fuente de inteligencia de Estados Unidos sugiere que el accidente del vuelo MetroJet 9268 fue probablemente causada por una bomba en el avión que habría sido plantada por ISIS o por una filial del grupo terrorista.
Según un funcionario estadounidense familiarizado con el asunto, aún no hay una versión oficial pero “hay una sensación de que definitivamente se trataba de un artefacto explosivo colocado en el equipaje o en algún lugar en el avión”.
Misma sospecha tiene el gobierno británico, que anunció la suspensión de los vuelos hacia la localidad turística egipcia de Sharm el Sheij. De allí partió el avión ruso que estalló sobre el Sinaí egipcio con 224 personas a bordo.
“Mientras la investigación esté abierta, no podemos decir categóricamente por qué se estrelló el avión ruso”, explicó el vocero. En El Cairo, los investigadores esperan que el examen de las cajas negras de la aeronave, un Airbus A-321-200, puedan elucidar las causas de la catástrofe, cuyas hipótesis son de un posible atentado o un fallo técnico.
El ISIS, por su parte, reafirmó este miércoles que había causado la caída del avión comercial en el desierto egipcio el pasado sábado.
“No tenemos ninguna obligación de explicar cómo se estrelló”, afirmó un miembro del ISIS que no se identificó en un mensaje de audio publicado en la cuenta Twitter habitual de la organización. El brazo egipcio del grupo terrorista, Provincia del Sinaí, había anunciado el sábado en la misma red social que “había derribado” –sin precisar cómo– el aparato de la compañía chárter rusa Metrojet.
Las autoridades egipcias y rusas esperan que el mencionado análisis en curso de las dos cajas negras del avión, una que conserva los sonidos y las conversaciones y la otra con los parámetros del vuelo, permita resolver el enigma de la catástrofe.