La empresa pública de la Diputación de Valencia, Impuls Econòmic Local S.A. (Imelsa), ha lanzado una campaña de concienciación a la sociedad por medio de su “Oficina Verde” para disfrutar de las navidades sin dejar de ser respetuosos con el Medio Ambiente.
En una época de grandes gastos y excesos, es de importancia vital ser sostenible con los recursos de la naturaleza y, reducir, en la medida de lo posible, el consumo energético, la exorbitante compra de alimentos y la acumulación de residuos.
Consumo energético
Recomiendan que la temperatura interior de los hogares oscile entre los 19º y los 22º. Además, no son aconsejables los cambios bruscos de temperatura por lo que, si se mantiene la casa muy caliente, al salir al exterior se sufrirá un contraste término muy amplio, pudiendo agravar la salud.
También aumentan las luces encendidas, por lo que la factura es mayor. En este caso, es aconsejable comprar bombillas de bajo consumo o reducir las horas de iluminación de los adornos navideños, tales como el árbol de Navidad, el Belén y demás adornos eléctricos. Sustituir estos adornos iluminados por otros que no requieran energía o aprovechar las velas para dar un ambiente más navideño al hogar son otras de las alternativas posibles.
Alimentación
Un exceso festivo habitual a tener en cuenta es la sobreingesta de alimentos. La cesta de navidad suele adquirir los productos más exclusivos, aumentando los productos de denominación de origen y los de alto valor de mercado, como angulas o el caviar. Esta situación también tiene su contrapunto, que es la sobreexplotación de estas especies por estas fechas, reduciendo bruscamente su número de seres. Al hilo de esto, se calcula que un español gasta una media de 300 euros en el desembolso de alimentación.
Al adquirir productos exclusivos, se importa más al extranjero, con su respectiva contaminación originada por su transporte y distribución.
Teniendo en cuenta esto, una forma de ser sostenibles con el Medio Ambiente es consumir productos frescos de mercados locales, al tratarse de alimentos de origen cercano y evitando costes de empaquetamiento, transporte y distribución.
Adornos navideños
Es mejor utilizar materiales biodegradables como la madera, ramas o cartón, a favor de los adornos fabricados con petróleo, de gran poder de polución. Hay que evitar el uso del acebo y el musgo, puesto que el primero se encuentra en peligro de extinción y el segundo es especialmente necesario para la conservación del suelo y la germinación de las semillas.
El árbol de Navidad más ecológico es el abeto natural que, si se trata bien, puede durar mucho en los hogares. En caso de deshacerse de él, podría utilizarse, bien como abono, bien para trasplante. Muchos ayuntamientos cuentan con mecanismos de recogida de árboles.
Regalos de Navidad
Son los que más impacto ocasionan sobre el medio ambiente. Se recomienda ser consciente de lo que se necesita en cada caso, no despilfarrar innecesariamente, ya que en muchas ocasiones se arrojan tarde o temprano a la basura muchos de los regalos.
Hay muchas opciones para regalar. Para ahorrar dinero, también existe la posibilidad de confeccionar manualmente los regalos o si, por el contrario, no se tiene manejo artesano, muchas tiendas brindan al público productos ecológicos, hechos con materiales reciclados biodegradables sin utilizar productos químicos y sin que en su elaboración, hayan supuesto un perjuicio para los animales o los ecosistemas.
La mayoría de los juguetes de los más pequeños son de plástico y funcionan con pilas y baterías, de gran contaminación. Los juguetes de madera, caucho natural, trapo o realizados con materiales reciclados son una buena opción para estas fechas.
Residuos y Objetos contaminantes
Tanto envoltorios, sobras de comida, objetos viejos o aparatos rotos deben depositarse sobre el contendedor que les corresponda. Sólo así, se asegurará su correcto tratamiento posterior. En el caso de los envoltorios, si son de papel o cartón, su lugar de provisión es el contenedor azul. Cuando estén machados con restos de comida, deberán ir destinados al contenedor de restos.
Si los envoltorios son de plástico, se deberán arrojar al contenedor amarillo, que es el de envases. Las botellas de vidrio deben colocarse en el contenedor verde sin su correspondiente tapón, que si es de corcho, como es el caso del vino, deberá destinarse al contenedor de restos.
Asimismo, una copa rota de cristal nunca irá en el contenedor de vidrio, sino en un Punto Limpio. Aquí también se depositarán los juguetes electrónicos como circuitos de coches o trenes.
Cuando los juguetes no se quieran, se deben reciclar. El contenedor de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos se identifica con el símbolo del contenedor tachado, indicando que no debe ser tirado a la basura.
En caso de tener pilas o baterías, que son altamente contaminantes, se recomienda separarlas y colocarlas en su lugar correspondiente. Cuando los municipios no dispongan de este tipo de instalaciones, un Punto Limpio será su lugar de destino.
Con las luces de colores de Navidad se debe acudir a un Punto Limpio, junto al contenedor de Aparatos Eléctricos y Electrónicos y si se quiere reciclar una bombilla, existen muchos puntos AMBILAMP que venden este tipo de objetos donde pueden depositarse para su reciclaje.
¿Qué hacer con los adornos de Navidad usados?
- Objetos de plástico, al contenedor amarillo.
- Madera, trapo o corcho en el contenedor de restos, ya que son biodegradables
- Si son de cartón o papel, en el contenedor azul
- Objetos eléctricos, directamente a un Punto Limpio.
- El metal se deposita en el Contenedor de metales de un Punto Limpio.
Los mejores consejos
- Reducir.
- Reutilizar.
- Reciclar.