El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Palencia ha dictado sentencia favorable a la demanda de una guardia civil destinada en esta provincia que ha contado con el apoyo de los servicios jurídicos de AUGC. La agente había interpuesto un recurso contra la decisión de la Comandancia de denegar su solicitud de prestar servicio en su unidad con “la reducción de la jornada de trabajo en un 20%, con concreción de la nueva jornada en horario de trabajo matinal de 8.30 horas a 14.30 horas, de lunes a viernes”. El motivo de esta solicitud era el cuidado de su hija.
Ahora el juez establece que la resolución del General Jefe de la XII Zona de la Guardia Civil de Castilla y León, desestimatoria a su vez del recurso de alzada presentado por la demandante contra la resolución previa de la Comandancia, denegatoria de la solicitud, “se anula por no resultar ajustada al ordenamiento jurídico”.
De esta manera, el auto de la sentencia determina “que en virtud de dicho pronunciamiento, se declara el derecho de la guardia civil (…) a tener reducción de su jornada de trabajo en un veinte por ciento, con concreción de horario matina de 8.30 horas a 14.30 horas de lunes a viernes, y ello con efectos del 8 de octubre de 2017 (fecha de la solicitud), sin perjuicio de que la Comandancia del Puesto de Trabajo (…) pueda modificarlo en atención a circunstancias puntuales, excepcionales y de carácter urgente”.
Además, la sentencia impone las costas procesales a la Administración.
Una vez más, queda evidenciada la enorme dificultad que los guardias civiles encuentran para poder llevar a cabo una conciliación familiar y profesional efectiva, una circunstancia especialmente compleja en el caso de las mujeres. La Dirección General, lejos de entender que la institución debe adaptarse y evolucionar hacia una segunda generación de derechos para sus trabajadores, continúa empeñada en un inmovilismo recalcitrante y anacrónico.
Ante estas actitudes tiene que ser, una vez más, la justicia la que devuelva a los guardias civiles sus derechos. Y ahí siempre está AUGC, la única asociación que verdaderamente pelea en todos los ámbitos por los guardias civiles.
Con más de 31.000 afiliados, AUGC es la decana de las asociaciones profesionales y la mayoritaria en el Consejo de la Guardia Civil. Cuenta con representación en todo el territorio español, en cada una de las unidades y especialidades del Cuerpo y viene liderando el movimiento asociativo desde la llegada de la democracia, cuando nació como un sindicato clandestino. Su lucha por la democratización de la institución le valió en 2010 el Premio Nacional de Derechos Humanos que concede la Asociación Pro Derechos Humanos de España (apdhe).