Eso es lo que demandaban los jugadores del Levante UD y eso es lo que les ha dado la afición. El Ciutat de Valencia parecerá una caldera a presión para recibir a un Granada que llega a la capital del Turia a tratar de asegurarse un año más su permanencia en la máxima categoría del fútbol español.
Lleno por favor, que nos vamos para Europa. Y lo cierto es que Europa no está tan lejos, lo que pasa es que la gasolina es muy cara. Los dos primeros puestos de Champions ya están adjudicados, el Valencia tiene, sobre todo si gana en Málaga, todos los números para quedarse con el tercero… Pero desde ahí, hasta más de la mitad de la tabla (el Getafe es undécimo con 45 puntos), se abre una guerra en la que todos están metidos y todos quieren salir victoriosos, entre ellos, el Levante, en la quinta posición y que desea volver a la cuarta, donde ha estado acomodado gran parte de la temporada. Pero sin olvidar a Athletic, Atlético, Osasuna, Sevilla y Espanyol, que están todos a menos de cuatro puntos de los levantinistas.
La semana, además, ha sido propicia para que el recinto granota de una imagen de gran fiesta. La renovación de Juanfran, uno de los estandartes de este remodelando Levante, la política del club de regalar dos entradas a cada socio y la llamada de los capitanes, que han sabido inculcar en la afición esa ilusión por disputar por primera vez en cien años una competición continental han alentado a las masas azulgrana que han respondido sin condición al llamamiento de su plantilla. Además, los números avalan a un equipo hecho de retales y que ha sabido plantarle cara a los más grandes de la competición.
De hecho, cualquier equipo que viaja al Ciutat de Valencia ya lo hace con precaución, juega con la posibilidad de caer derrotado y eso se lo ha ganado a pulso el conjunto de JIM, cuya mayor preocupación, aunque con cierta sorna, es tener en buen estado a Koné para que pueda jugar todos los partidos que restan y pueda marcar los dos goles que le faltan para renovar automáticamente su cesión.
El Granada, por su parte, ha logrado salirse de la zona más peligrosa de la tabla, pero todavía no ha asegurado su permanencia. Tiene un margen de ocho puntos con el Zaragoza, que ahjora mismo marca el último puesto de descenso, por lo que una victoria en Valencia tranquilizaría definitivamente a la parroquia nazarí-
VLCCiudad / Pepe Aguilar